WASHINGTON.- El gobernador de Texas, Rick Perry, defendió hoy el sistema de ejecuciones en su estado, el que más lleva a cabo en EE.UU., y señaló que existe un modo "apropiado" para aplicar la pena capital, al comentar la polémica sobre una ejecución en Oklahoma que se prolongó durante casi una hora.
"Existe un modo apropiado para tratar con esto, y obviamente, algo fue terriblemente mal", afirmó Perry sobre lo ocurrido en Oklahoma, en una entrevista en el programa "Meet the press" de la NBC.
La ejecución de Clayton Locket, de 38 años, que el martes murió de un ataque cardíaco más de 40 minutos después de recibir la inyección letal y pese a que las autoridades penitenciarias de Oklahoma intentaron suspender la ejecución al darse cuenta de que los fármacos no hacían el efecto esperado, ha reabierto el debate sobre los métodos para aplicar la pena capital en EE.UU.
El propio presidente Barack Obama ha instado a revisar el sistema de ejecuciones en Estados Unidos tras lo ocurrido en Oklahoma.
Perry señaló que los ciudadanos de Texas habían decidido que existen crímenes que deben ser saldados con la pena de muerte, y que por lo tanto las autoridades federales deben respetar la posición de los estados. "Confío en la manera en la que las ejecuciones son aplicadas en Texas son apropiadas y humanas", dijo.
El gobernador de Texas, quien no quiso desvelar si volverá a aspirar a la candidatura presidencial republicana en 2016, señaló que "Obama busca soluciones generales y únicas desde Washington" y se mostró a favor de "permitir que los estados encuentren su propia solución".
Texas, que cuenta con 273 presos en el corredor de la muerte, es el estado con el mayor número de ejecuciones en EE.UU., con 16 en 2013.
Desde que el Tribunal Supremo restableció la pena de muerte en EE.UU. en 1976, han sido ejecutadas 1.378 personas, y actualmente hay más de 3.000 personas condenadas a la pena capital en todo el país.