WASHINGTON.- El Gobierno estadounidense anunció hoy dos nuevas medidas con el objetivo de retener en el país a los extranjeros más calificados con una extensión del permiso de empleo para los cónyuges de ciertos trabajadores y la eliminación de algunos obstáculos legales para facilitar su permanencia.
Aquellos inmigrantes que estén en Estados Unidos con una visa para trabajadores altamente especializados o que tengan méritos excepcionales, podrán solicitar ahora un permiso de empleo para sus parejas y lograr así una estadía más larga en el país.
El cambio propuesto permitiría a los cónyuges dependientes de ciertos trabajadores altamente calificados solicitar la autorización para trabajar en el país, siempre y cuando éste haya comenzado el proceso para lograr la residencia legal permanente a través de su puesto de trabajo.
"Las propuestas anunciadas hoy alientan a los individuos altamente calificados, especialmente entrenados, a permanecer en Estados Unidos y continuarán apoyando a las empresas estadounidenses y al crecimiento de la economía" del país, dijo el subsecretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas.
Este cambio de regulación actualiza también la normativa para incluir a los profesionales altamente calificados con una especialidad procedentes de Chile, Singapur y Australia en la lista de extranjeros autorizados para ser contratados de manera específica por un empleador estadounidense.
Además, se informó que se amplió la lista de criterios para demostrar las cualificaciones de profesores e investigadores destacados, lo que permitirá la presentación de otros avales que eran admitidos en otras categorías profesionales.
"Estos dos cambios en las reglas propuestas son una parte integral de los esfuerzos de la Administración para fomentar el espíritu empresarial y la innovación, y para ayudar a Estados Unidos a atraer y retener los inmigrantes altamente calificados", reiteró la secretaria de Comercio estadounidense, Penny Pritzker.
El Gobierno del presidente Barack Obama está adoptando medidas de este tipo ante la falta de respuesta de los republicanos en la Cámara de Representantes para aprobar una reforma integral del sistema de inmigración que también aborde los permisos de visado para trabajadores extranjeros especializados.
Las presiones de los grupos proderechos de los inmigrantes y la negativa republicana llevaron a Obama a solicitar una revisión de las políticas migratorias con el objetivo de aliviar a los inmigrantes objeto de deportación, ya que se calcula que durante su mandato más de 2 millones de personas han sido devueltas a sus países de origen.