Ucrania envía cazas para interceptar aviones que transportaban a ministros rusos

MOSCÚ.- Mientras continúa la tensión en el este de Ucrania, a horas de un referéndum convocado por autonomistas prorrusos, cazas enviados por Kiev impidieron el paso sobre el espacio aéreo del país a aviones que transportaban a autoridades rusas.

Los aparatos viajaban entre la capital de Moldavia rumbo a Moscú.

Una de las aeronaves, que llevaba a bordo al ministro de Cultura ruso, Vladímir Medinski, y también a varios diputados oficialistas, fue forzado a regresar a la capital de esa sureña república, Chisinau, tras un intento de cruzar el espacio aéreo de Ucrania.

Medinski escribió en su cuenta de Twitter que su aparato se vio obligado a regresar después de que aviones de combate ucranianos Mig-29 le impidieron la entrada.

"Ucrania al principio permitió el vuelo de la delegación rusa (Duma Estatal, Ministerios de Exteriores, Gobierno) y luego cambiaron de opinión. Nos hicieron regresar. ¿Será una llamada de Washington?", relató.

Más tarde se informó que Medinski y la delegación finalmente pudo viajar entre Chisinau y Moscú, tras obtener una autorización.

Pocas horas antes, el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin corrió la misma suerte, después de que su avión recibiera la prohibición de sobrevolar Ucrania. No obstante, finalmente consiguió llegar a Moscú.

Sin entrar en detalles, la autoridad rusa informó en redes sociales de su llegada a Moscú y colocó una foto en la que se le puede observar frente al aeropuerto Domodédovo de la capital rusa.

Afirmó haber logrado burlar a los agentes ucranianos, que supuestamente lo estuvieron buscando a bordo del avión "en el que no viajaba".

Horas antes, escribió en su página de Twitter que además de Ucrania también Rumania le había impedido atravesar su espacio aéreo "por orden de EEUU".

"La próxima vez volaré en un Tu-160", escribió irónicamente, en alusión a los célebres bombarderos pesados que forman parte del arsenal ruso.

Las fricciones en el aire se enmarcan en la tensión que se vive al oriente de Ucrania mientras se prepara la realización de un referéndum convocado por la población prorrusa.

En la consulta, los votantes deberán pronunciarse sobre la proclamación de las "repúblicas populares" de Donetsk y Lugansk, realizadas por separatistas cuyas acciones son resistidas por tropas gubernamentales enviadas por Kiev.