JERUSALEN.- El ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Yuval Steinitz, desmintió el sábado las informaciones de un medio norteamericano en el que aseguraba que su país había realizado actos de espionaje contra Estados Unidos, afirmando que estas acusaciones buscan perjudicar las relaciones entre ambas naciones.
Estas acusaciones "dan la impresión de que alguien quiere sabotear la excelente cooperación entre Estados Unidos e Israel en materia de información (e inteligencia)", declaró Steinitz, citado por la televisión pública Channel One y la radio militar israelí.
"En todas mis reuniones con los responsables de la inteligencia estadounidense, y los responsables políticos de los cuales dependen, jamás escuché a ninguna persona" mencionar un problema de espionaje entre Estados Unidos e Israel, añadió.
El semanario Newsweek, en sus últimas afirmaciones al respecto publica, citando a responsables oficiales estadounidenses anónimos, que Israel llegó a espiar la habitación del ex vicepresidente Al Gore en un viaje al país de Oriente Medio.
Según uno de estos responsables, durante una visita a Israel de Gore en 1998, un agente de los servicios de información estadounidenses sorprendió a un intruso saliendo de un conducto de aireación en la habitación que ocupaba el entonces vicepresidente.
"Escuchó un ruido proveniente del conducto, luego vio cómo se movía la reja del mismo y vio salir a un hombre del mismo", dijo la fuente anónima a la publicación. "El agente tosió y el hombre se introdujo nuevamente en el conducto", añade sin brindar más explicaciones.
Se trata de la segunda revelación en este sentido del semanario en pocos días. El martes, Newsweek había informado que Israel espía a Estados Unidos más que cualquiera de sus otros aliados, y que esta actividad tiene por objetivo, sobre todos, secretos industriales y técnicos.
Varios ministros israelíes han desmentido tales acusaciones, afirmando que Israel respeta sus compromisos asumidos después de que Jonathan Pollard, un ex analista de la marina estadounidense, fuera condenado a cadena perpetua en 1987 por la justicia del país norteamericano por espionaje en beneficio de Israel.
La detención de Pollard desencadenó una crisis que sólo se resolvió tras la promesa israelí de detener este tipo de actividades en territorio estadounidense.
Un locutor de la radio militar israelí señaló, el sábado, que estas acusaciones de espionaje podrían tener como objetivo cortar de raíz las recientes negociaciones emprendidas para obtener la liberación de Pollard.
Además, dijo que Steinitz afirmó que el martes próximo se entrevistará con el presidente del comité del Senado estadounidense encargado de cuestiones de información e inteligencia para discutir este asunto.