SANTIAGO.- A tres meses de iniciadas las manifestaciones en contra de la administración de Nicolás Maduro, el líder del movimiento estudiantil y alumno de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Carlos Vargas, acusó una "brutal represión" hacia los manifestantes que han cuestionado a un gobierno "que solía llamarse democrático".
El dirigente denunció que son más de 40 los venezolanos asesinados en protestas, habiendo también 2.400 detenciones arbitrarias, 1.500 personas heridas en manifestaciones y 60 casos de tortura. "Es innegable la violación flagrante a los derechos humanos que se comete hoy en mi país", sostuvo.
A juicio de Vargas, hoy en Venezuela priman distintos factores políticos y sociales que hicieron que sus compatriotas "despertaran y decidieran alzar su voz" y que, a su juicio, la crisis política, económica y social que enfrenta su país es una demostración de "persecución política".
"La situación es muy compleja: la violencia y la represión intentan silenciar las voces disidentes de nuestro país que han demostrado la ineficacia e ineficiencia de quienes hoy gobiernan a Venezuela. Por esa razón, nuestro compromiso como movimiento estudiantil, es la lucha por la democracia y la reconciliación de mi país y no nos rendiremos hasta lograrlo", expresó el dirigente estudiantil.
Ejemplos dramáticos
Para ahondar aún más en el conflicto que se vive en su país, Carlos Vargas puso como ejemplo a Geraldine Moreno, joven de 23 años asesinada tras un disparo a quemarropa por “tocar” cacerolas y también a Juan Manuel Carrasco, joven violado sexualmente en una sede de un cuerpo de seguridad del Estado.
“Estos ejemplos son dramáticos. Pero algo muy duro es ver cómo mi país se sume en esta profunda crisis y no ver una verdadera determinación de algunos sectores políticos de responder ante tantas injusticias; también de quienes gobiernan, de no entender el daño que le hacen a mi país y de rectificar o renunciar a esa violencia inusitada por parte del régimen de Nicolás Maduro”, remarcó Vargas.
“La propuesta de democracia que el movimiento estudiantil plantea, se dirige en solicitar una transformación política en Venezuela, “que permita generar cambios significativos para tener poderes públicos imparciales e independientes que respondan a las necesidades y exigencias de la ciudadanía”, afirmó Carlos Vargas.
“Alcanzar la reconciliación es clave. Debe cesar el discurso de odio que se mantiene desde hace 15 años, y debe haber un reconocimiento, un respeto y una participación de quienes piensan distinto a la corriente oficial, entendiendo que sólo con esas dos acciones es que se podría comenzar a transitar hacia un futuro mejor”, concluyó Vargas.
