SEÚL.- Los investigadores del naufragio del ferry surcoreano Sewol, hundido hace casi un mes causando la muerte de más de 300 personas, revelaron hoy que analizan acusar de homicidio al capitán por pedir a los pasajeros que no se movieran del lugar, en vez de evacuarlos.
"Primero tenemos que ordenar los hechos relacionados y luego examinar si se puede aplicar la ley correspondiente", declaró a la agencia local "Yonhap" uno de los miembros del equipo de investigación formado por fiscales y policías, que agregó que la decisión final se tomará antes del jueves 15.
La fuente explicó que, de acuerdo a los investigadores, el comandante de la nave podría haber cometido un homicidio por "negligencia intencional" al ordenar a los pasajeros que permanecieran donde estaban durante el hundimiento del barco, lo que dejó atrapadas dentro a las 304 personas que hoy se dan por muertas.
Aunque el marino ya fue arrestado por violar la ley relativa a la seguridad en el mar por abandonar el buque antes que los pasajeros, si se le imputa este nuevo cargo y es declarado culpable, podría enfrentarse a varios años de prisión.
El capitán Lee Joon-seok, de 69 años, ha sido objeto de fuertes críticas tras publicarse fotos y vídeos que mostraban cómo abandonaba el barco antes que los pasajeros durante el naufragio del pasado 16 de abril.
La presidenta del país, Park Geun-hye, llegó incluso a comparar su conducta tras el accidente con un "acto de asesinato".
Mientras, los trabajos de rescate de cuerpos en el buque sumergido en aguas al sureste de Corea del Sur se reanudaron hoy tras una interrupción de varios días por el mal tiempo.
Los buzos lograron recuperar otro cuerpo sin vida del interior de la nave que eleva a 276 el número de muertos confirmados, mientras 28 permanecen todavía desaparecidos.
De los 304 fallecidos, más de 250 eran estudiantes de 16 y 17 años que realizaban un viaje escolar, lo que hace aún más trágico este suceso que casi un mes después aún mantiene conmocionada a la sociedad de Corea del Sur.