Los manifestantes se enfrentaron con la Policía turca.
APSOMA.- Enojo y aflicción se convirtieron en una protesta violenta el miércoles en la ciudad turca de Soma, donde al menos 245 mineros han muerto luego de una explosión en una mina de carbón ocurrida ayer.
Casi 450 mineros fueron rescatados, dijo la compañía minera, pero sigue sin estar claro el destino de un número indeterminado de trabajadores en uno de los desastres mineros mundiales más mortíferos en décadas.
Muchos manifestantes expresaron su furia contra el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, arrojando piedras y drigiéndole gritos de "asesino" y "ladrón".
Los manifestantes se enfrentaron a la policía antidisturbios, que tenía máscaras antigás y cañones de agua, frente a la sede del partido gobernante.
En tanto, las mujeres lloraban desconsoladamente, los hombres se arrodillaban entre sollozos y otros sólo miraban con incredulidad afuera de la mina de carbón en el oeste de Turquía mientras los equipos de rescate sacaban un flujo constante de cuerpos luego de la explosión subterránea y el subsecuente incendio.
Erdogan pospuso un viaje al extranjero y visitó la mina en Soma, unos 250 kilómetros al sur de Estambul. Las muertes fueron causadas por envenenamiento de monóxido de carbono, dijeron las autoridades.
En tanto, el ministro de Energía, Taner Yildiz, informó que 787 personas trabajaban en la mina de carbón de Soma al momento de la explosión, y hasta ahora se ha rescatado a 363. Muchos resultaron heridos, dijo Yildiz a periodistas en Soma, donde supervisa las operaciones de más de 400 rescatistas.
"En relación con la operación de rescate, puedo decir que nuestras esperanzas se reducen", dijo antes de la visita de Erdogan.
El primer ministro dijo que se calculaba que unos 120 trabajadores aún estaban dentro de la mina. "Nuestra esperanza es que, Dios mediante, ellos serán sacados", dijo.
Las tensiones eran palpables mientras cientos de familiares y mineros esperaban afuera de la mina. La multitud gritó a los funcionarios, sobre todo cuando Yildiz pasó frente a ellos, y algunos gemían cada vez que pasaba un cuerpo. Una fuerte presencia policial estaba desplegada alrededor de la mina.
Así como en Soma, en Estambul, cientos de manifestantes se reunieron frente a la sede de la empresa propietaria de la mina, Soma Holding. En la capital, Ankara, la policía dispersó a un grupo que intentó marchar al ministerio de Energía para protestar por las muertes, informó la agencia de noticias Dogan.