Reuters
BEIJING.- China convocó al embajador estadounidense en Beijing, Max Baucus, para comunicarle su "solemne oposición" a la decisión de Estados Unidos de presentar cargos contra cinco militares chinos por presunto espionaje.
Según informa este martes en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, el viceministro de Exteriores Zheng Zeguang convocó al diplomático estadounidense la noche del lunes después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciara la acusación contra cinco miembros del Ejército Popular de Liberación chino de espionaje industrial a gran escala.
En concreto, los militares están acusados de haber robado secretos comerciales e industriales de empresas de los sectores energético, del aluminio y el acero, por un valor que podría superar los 72.927 millones de euros (100.000 millones de dólares).
El gobierno chino presentó anoche una protesta formal al estadounidense y anunció en represalia la suspensión del diálogo Beijing-Washington en materia de seguridad cibernética.
"Dada la falta de sinceridad de EE.UU. en resolver asuntos relacionados con la ciberseguridad a través del diálogo y la cooperación, China decidió suspender las actividades del Grupo de Trabajo Cibernético Chino-Estadounidense", anunció anoche el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, en un comunicado.
Qin aseguró que los cargos contra los militares chinos "están basados en falsedades y violan gravemente las normas básicas que gobiernan las relaciones internacionales".
La decisión tomada por la Justicia estadounidense, añadió el portavoz, "pone en peligro la cooperación entre China y Estados Unidos, así como la confianza mutua", por lo que urgió a EE.UU. a "corregir su error y retirar los cargos".
Según el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, el espionaje chino buscaba dar ventajas competitivas a empresas estatales chinas con la ayuda de una unidad militar de piratas informáticos, la llamada "Unidad 61398", un grupo secreto con sede en Shanghai.
Entre las empresas afectadas por el presunto espionaje están United States Steel, Alcoa, Westinghouse Electric, SolarWorld, Alleghny Tecnologies y el United Steel Workers, el mayor sindicato de empleados de la industria del acero.
El ministerio de Exteriores chino mantuvo que "el gobierno de China, el Ejército y su personal nunca se han involucrado ni han participado en robos cibernéticos de secretos comerciales", por lo que las acusaciones "carecen de todo fundamento y son absurdas".
Al mismo tiempo, denunció que "China es víctima de graves robos cibernéticos estadounidenses, así como de actividades de vigilancia y escuchas", que han afectado a instituciones oficiales, empresas, universidades e individuos del gigante asiático.