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Prostitutas argentinas quieren los mismos derechos que cualquier trabajador

Agrupación que las reúne convocó a una marcha para regular el trabajo sexual autónomo.

01 de Junio de 2014 | 09:09 | DPA

BUENOS AIRES.- Piden tener los mismos derechos que cualquier trabajador, pero para eso deben superar siglos de prejuicios y estigmas. Y es que el que desempeñan, el llamado "oficio más antiguo del mundo", la prostitución, no cuenta con el aval de la sociedad.


Para visibilizar su problemática, la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR) organizó para este lunes en la Plaza de Mayo, tradicional punto de movilización social en la ciudad, un "aquelarre" de trabajadoras sexuales.

Vestidas de brujas, exigirán "que se regule el trabajo sexual autónomo", explica a dpa Georgina Orellano, presidenta de AMMAR. "Queremos jubilación, obra social, todos los derechos que tiene cualquier trabajador. Y que se acabe con la estigmatización y la discriminación".

El 2 de junio se conmemora el Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales, recordando el día de 1975 en el que un grupo de trabajadoras sexuales de Lyon, Francia, ocupó la Iglesia de Saint-Nizier para llamar la atención sobre su situación.


Para Orellano, es muy importante hacer llegar a la sociedad el mensaje de que "trabajo sexual no es igual a trata de personas". No es lo mismo una persona que decide ejercer la prostitución que una que es obligada a hacerlo.

"Todo el tiempo hay sectores, sobre todo feministas, que nos quieren ubicar en el lugar de víctimas y no creen que es una libre decisión", explica Orellano.

Si se trata de elegir, aclara, "hay toda una clase trabajadora que no elige. No creemos tampoco que una empleada doméstica o un albañil elijan. Pero somos todos trabajadores y tenemos los mismos derechos".


El concepto de "aquelarre" elegido para la movilización de este año responde a que últimamente se sienten perseguidas como en una "caza de brujas".


"Hay un retroceso en cuanto al reconocimiento de nuestros derechos. Hace dos años que se aprueban políticas que buscan combatir la trata de personas pero en realidad están criminalizando nuestro trabajo. Se ha precarizado y clandestinizado el trabajo", explica.


En los últimos años tuvo un gran impacto social en Argentina el caso de Susana Trimarco, una madre que a partir del secuestro de su hija, presumiblemente por parte de una red de trata de personas, creó la Fundación María de los µngeles, que lucha contra ese flagelo.


"Salen noticias en los medios que dicen que se liberaron a tantas víctimas de trata, porque queda bien, pero en realidad son trabajadoras sexuales", relata Orellano.


"Nosotras también pedimos que se busque a las verdaderas víctimas de trata. Pero no es lo que está ocurriendo. Nos están allanando y persiguiendo y muchas compañeras que eran autónomas ahora tienen que trabajar en lugares con protección que arreglaron con la policía, por lo que en realidad se está impulsando el proxenetismo".


AMMAR, la organización que preside y que integra la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), lleva desde mediados de los 90 trabajando para mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras sexuales.


"Nosotras mismas 'compramos' lo que la sociedad impone: que somos malas madres, abandónicas, que nos gusta la plata fácil, que estamos cometiendo un delito. En AMMAR trabajamos mucho en la autoestima y desdramatizamos todo eso: por ejemplo, no somos las únicas madres que dejan solos a sus hijos por ir a trabajar".


Entre las temáticas que trabajan desde la organización, las mujeres aprenden también cuáles son sus derechos para no ser tan vulnerables ante la prepotencia policial o cómo enfrentarse a un sistema de salud que las discrimina.


También trabajan con otros países integrados en la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex). Así, el Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales se conmemorará durante la semana en Chile, Costa Rica, Paraguay, Colombia, Honduras, Perú, Guatemala y El Salvador, entre otros.


En cuanto a la polémica por la prostitución durante el Mundial de fútbol de Brasil 2014, Orellano cuenta que viajó a ese país a principios de año y se asombró por algunas medidas que consideró "muy progresistas", como becas para que las prostitutas aprendan idiomas o la posibilidad de que cuenten con "posnet" para las tarjetas de crédito de los turistas.


En Brasil la situación de las prostitutas es parecida al resto de Latinoamérica. Hay algunas asociaciones en los estados, pero no son muy visibles. En 2012, el diputado Jean Wylls, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, de izquierda), presentó un proyecto para regular la actividad.


Wylls considera que el Mundial y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro serían una "buena oportunidad" para regular la prostitución y asegurarles a las trabajadoras del sexo "el acceso a la salud, a derechos laborales, a la seguridad pública y a la dignidad humana".


Pero el proyecto no avanzó en el Congreso y fue duramente criticado por la Central énica de Trabajadores, el brazo sindical del Partido de los Trabajadores, en el poder desde 2003.


Según la secretaria nacional de la mujer trabajadora de la CUT, Rosane Silva, el proyecto ignora los factores económicos que llevan las mujeres a la prostitución. "Regular la prostitución sería como legalizar el trabajo infantil sencillamente porque existe y es una forma de obtener ingresos para las familias", afirmó.


Los mismos argumentos que AMMAR enfrenta en Argentina. Pero más allá de eso, Orellano le quita hierro a la polémica mundialista porque tiene muy en claro una cosa: "Cuando hay fútbol, el hombre ve el partido, no se trabaja, así que imaginate durante el Mundial".

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