Bashar al Assad concurrió a votar. El Presidente sirio es el claro favorito en estas elecciones.
EFEDAMASCO/BRUSELAS.- En medio de fuertes medidas de seguridad y con una cruenta guerra civil como telón de fondo comenzaron este martes las elecciones presidenciales en Siria, en las que se da por descontada la reelección para un tercer mandato del presidente Bashar al Assad, en el poder desde el año 2000.
"Qué dios bendiga a Assad", gritaron jubilosos los seguidores del presidente cuando este acudió a votar en el barrio de al Malki, en el centro de Damasco, no lejos del palacio presidencial.
Las elecciones solo se llevan a cabo en los lugares donde las tropas del gobierno controlan la situación, es decir, en la capital, Damasco, en la región costera y en las grandes ciudades del país.
Al Assad se enfrenta por primera vez a contrincantes en estos comicios, pero sus dos rivales, el diputado comunista Maher al Hayar y el ex ministro de Estado Hassan al Nuri, son figuras poco conocidas a quienes no se otorga ninguna perspectiva de triunfo.
Los opositores más destacados están virtualmente excluidos de las elecciones porque la mayoría de ellos participan en la lucha contra el régimen de Al Assad o viven en el exilio.
Muchos de los aproximadamente 15,8 millones de sirios habilitados para votar lo tendrán difícil para poder acudir a uno de los 9.601 locales de votación. Según datos de Naciones Unidas, más del 40 por ciento de los poco más de 22 millones de sirios han huido o viven en el exilio.
En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó los comicios como una "farsa" porque "no cumplen con las normas internacionales para elecciones libres, limpias y transparentes".
"Estoy seguro de que ningún aliado va a reconocer el resultado de estas supuestas elecciones", dijo el secretario general saliente de la alianza militar occidental poco antes de comenzar en la capital belga una reunión de los ministros de Defensa de la OTAN.