ASUNCIÓN.- En medio de la pobreza y la vulnerabilidad las mujeres siguen siendo víctimas preferentes los ataques pese a que en las Américas están en marcha legislaciones para combatir la violencia de género, dijo José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos.
El organismo realiza desde el martes y hasta el jueves en la Asunción su 44a asamblea con el lema "Desarrollo con inclusión social", con la participación de 28 ministros de Relaciones Exteriores.
En un mensaje a la mesa redonda organizada por la Comisión Interamericana de Mujeres, Insulza dijo que la desigualdad "no se expresa solamente en la diversidad de los ingresos de las personas, sino que se deriva de discriminaciones que están enraizadas muy profundamente en nuestra sociedad".
Agregó que "ser un individuo indígena, afroamericano, migrante, discapacitado o trabajador informal, significa partir de una situación desventajosa, pero la más dolorosa, más visible y más dañina discriminación en nuestra sociedad es, sin duda, la discriminación de género".
Para el ex canciller chileno, no obstante, hubo grandes avances en los países miembros de la OEA en la implementación de legislaciones.
Pero Insulza reconoció que "una de las expresiones más importantes de la vulnerabilidad de las mujeres, y sin duda la más aberrante para una sociedad democrática que presume de iguales derechos para todos sus ciudadanos y ciudadanas, es la condición de víctima preferente y cotidiana de la violencia".
La mesa redonda coincidió con la celebración de los 20 años de la adopción de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como la Convención de Belém do Pará.
El documento es un instrumento jurídico vinculante que cuenta con la ratificación de 32 de los 34 Estados miembros de la OEA.