El autor del invento dijo que se inspiró en la necesidad de evitar tragedias como la ocurrida en la escuela Sandy Hook, en la que murieron 20 niños.
AFP (archivo)
NUEVA YORK.- Un médico de Oklahoma, inspirado en uno de los tiroteos más mortíferos ocurridos en escuelas estadounidenses, inventó un método de defensa insólito contra esta amenaza: mantas antibalas.
Steve Walker, de 43 años y padre de dos hijos, creó este singular "escudo" de color naranja, similar a una alfombra de yoga, para que los niños estén mejor protegidos de ataques armados.
La "manta guardaespaldas" ("Bodyguard Blanket)" cuesta unos 1.000 dólares y está hecha con los mismos materiales a prueba de balas que usa el Ejército estadounidense. Según su creador, protege contra 90% de las armas que han sido usadas en incidentes armados en escuelas de ese país.
El artefacto también podría brindar resguardo frente a fenómenos naturales como los tornados, afirma el creador de la idea.
Walker dijo que su inspiración surgió del dolor que sintió frente a la balacera que costó la vida a 20 niños de la escuela de Sandy Hook, en diciembre de 2012.
También tuvo en cuenta las trágicas consecuencias del tornado que arrasó varios establecimientos educativos de Oklahoma, en mayo de 2013.
Walker relató que él y sus socios quisieron ir un paso adelante del estancamiento político en torno a la legislación estadounidense sobre porte y tenencia de armas, y se enfocaron en "desarrollar algo en el que ambas partes (partidarios y detractores de la posesión de armas por civiles) pudieran estar de acuerdo".
"No tomamos ninguna de las dos posiciones, porque hacerlo nos llevaría adonde estamos en este momento, y eso no da protección a nuestros hijos", dijo desde Oklahoma.
Al mismo tiempo, aclaró que su intención es ofrecer un método para mejorar la seguridad de los estudiantes frente a hechos de este tipo.
"No estamos diciendo de ninguna manera que esto impedirá que los niños sean heridos. Sólo se reducen las posibilidades", señaló.
No obstante, críticos de la idea se centraron en el color llamativo de la manta, que podría volverla no efectiva contra posibles atacantes que la identificarían fácilmente, y su alto precio: por 1.000 dólares cada una, las mantas se llevarían todo el presupuesto de muchas escuelas, incluso con descuentos importantes.
Walker, consciente del alto costo del material a prueba de balas, destacó que las mantas son, así y todo, mucho más baratas que construir refugios para protegerse de los tornados, que cuestan hasta 5 millones de dólares.
Stan Schone, socio de Walker, dijo que algunos particulares se habían interesado en el producto desde que fue lanzado a fines de mayo.
Otras empresas también han puesto a la venta recientemente mochilas y artículos a prueba de balas para escolares.