ISLAMABAD.- La fuerza aérea en Pakistán bombardeó hoy, por segunda vez en una semana, escondites de combatientes islamistas en el noroeste del país, cerca de Afganistán, causando la muerte a más de 50 insurgentes, la mayoría de ellos uzbekos.
Según informó el Ejército, en el operativo también se destruyó también un depósito de municiones.
El gobierno paquistaní responsabiliza a los combatientes del Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU) del atentado contra el aeropuerto de Karachi en el que hace una semana murieron 40 personas.
En respuesta a ello, la fuerza aérea atacó el martes posiciones en la frontera y murieron 25 extremistas.
"Hay informaciones cofirmadas sobre la presencia en estos escondites de terroristas extranjeros y nacionales que participaron en la planificación del atentado", según el comunicado militar.
Los combatientes de MIU se asentaron en Pakistán después de que en 2001 la invasión internacional expulsara al régimen talibán de Afganistán.
La violencia en Pakistán ha vuelto a aumentar considerablemente en los últimos tiempos, después de que el gobierno en Islamabad no consiguiera implicar a los talibanes en un proceso de paz.