El Presidente de Bolivia, Evo Morales, entregó detalles de la declaración final de la cumbre.
EFESANTA CRUZ.- La extrema pobreza sigue siendo el problema principal del planeta y su erradicación es una condición indispensable para el desarrollo sostenible en el contexto de un nuevo orden mundial. Asi reza la declaración de Santa Cruz, documento que resume las deliberaciones de la Cumbre del G77 y China efectuada en esa ciudad boliviana.
Alrededor de un centenar de delegaciones que asistieron este fin de semana a la reunión para consensuar los 242 puntos de la declaración.
Parte del texto fue presentado hoy por el Presidente anfitrión, Evo Morales.
El jefe de Estado destacó que las delegaciones, muchas representadas por sus Mandatarios, hicieron hincapié en "que la erradicación de la pobreza debe seguir siendo el objetivo central y conductor de la agenda del desarrollo después de 2015".
Ese año se cumple el plazo para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio trazados por la ONU. El documento de Santa Cruz pretende convertirse en la base de una agenda de acciones para dar un nuevo impulso al desarrollo internacional.
"Estamos firmemente convencidos de que la agenda para el desarrollo después de 2015 debe reforzar el compromiso de la comunidad internacional de erradicar la pobreza", ratificó Morales.
Otro de los puntos de la declaración hace hincapié en que "el problema de la desigualdad es más grave que nunca debido a la prevalencia de la riqueza extrema mientras se sigue padeciendo hambre y pobreza", situación que se agrava por patrones de consumo y producción insostenibles en los países desarrollados.
Morales apuntó que el documento también critica la excesiva orientación hacia el lucro, porque no respeta "a la Madre Tierra" ni tiene en cuenta las necesidades humanas.
La declaración también reconoce la importante función que corresponde al Estado de velar por que todas las personas tengan acceso a los servicios básicos y de buscar soluciones a las desigualdades y a la discriminación relativas a la distribución de esos recursos y el acceso a ellos.
Soberanía sobre recursos naturales
Los jefes de Estado de los países del G77 también reconocieron que el mascado de la hoja de coca como una manifestación cultural ancestral de la región andina que debe ser respetado por la comunidad internacional, explicó Morales.
No obstante, reconoció que una parte de la producción de la hoja de coca es desviada para la fabricación de la cocaína, aunque recalcó que su Gobierno ha tenido récords de lucha contra las drogas.
Otro punto es la reafirmación "del derecho de los pueblos y las naciones a la soberanía permanente sobre sus riquezas y recursos naturales" que debe ejercerse desde el Estado para el desarrollo nacional, agregó.
El mandatario enumeró, sin detalles, que la declaración también condena el espionaje, recoge las preocupaciones de los países menos adelantados, de los Estados insulares y de las naciones sin litoral, en una velada y no específica alusión al diferendo marítimo que Bolivia mantiene con Chile.
La declaración expresa solidaridad por la situación "de Malvinas, Cuba y Palestina" y reafirma su "firme rechazo a la imposición de leyes y reglamentos con efecto extraterritorial y todas las demás formas de medidas coercitivas incluidas sanciones unilaterales contra países en desarrollo", según sostuvo.