Agencias
RÍO DE JANEIRO.- La invasión del estadio Maracaná en Río de Janeiro salió "barata" a los 90 aficionados sin entrada que fueron detenidos el domingo por quebrar el perímetro de seguridad para tratar de ver el partido entre Chile y España.
"No va a quedar ningún registro aquí ni en Chile, les salió barato", dijo Samuel Ossa, cónsul de Chile en Río de Janeiro, que corrigió las cifras dadas por las autoridades brasileñas y el comité organizador de Brasil 2014 y aseguró que hubo 90 detenidos: De ellos, 88 son chilenos, uno boliviano y otro colombiano.
Las autoridades brasileñas les instaron a abandonar el país en un plazo de 72 horas, contando desde el momento del arresto.
"A ninguna autoridad le gusta que sus compatriotas manchen, ensucien o dejen mal al país. Reconocen que cometieron un error y que tiene que pagar, la mayoría está consciente de que les salió barato", dijo Ossa.
"No son delincuentes. Son gente que extralimitó su razón de 'torcedor'. Cometieron un error y tienen que ser castigados", enfatizó.
El incidente ocurrió cuando el grupo de seguidores de la "Roja" traspasó el perímetro de seguridad e irrumpió en la sala de prensa del mítico estadio, donde derribaron un panel del estudio y causaron destrozos.
En medio del tumulto y pese a la intervención de guardias de seguridad que contuvieron a la mayoría en su intento de ingresar a las tribunas del estadio, algunos lo consiguieron.
Ossa aseguró que de los 88 chilenos, dos residen en Brasil, quienes no enfrentarán consecuencias por su acción.
Solución "sin consecuencias"
El representante del gobierno chileno agradeció a la policía de Brasil haber encontrado una solución "rápida, efectiva y sin consecuencias".
Los detenidos podrían haber permanecido en prisión y haber tenido que responder ante las autoridades por haber infringido el llamado "Estatuto de Torcedor", que regula el comportamiento de los hinchas en eventos deportivos en Brasil.
Los chilenos fueron puestos en libertad a las 23:00 horas del miércoles. Mientras estuvieron en el Maracaná y antes de su traslado a comisaría pudieron seguir por televisión el partido que Chile ganó por 2-0.
"Tienen la obligación personal de dejar el país", afirmó Ossa, que admitió que no tienen ningún control sobre los hinchas que ya están en libertad. La policía de Brasil los fichó y cuando salgan del país podrá comprobar si cumplieron o no el plazo de 72 horas.
"(Si no cumplen) se arriesgan a ser arrestados y deportados. Una persona que es deportada de un país tiene imposibilitado volver", recordó.
"Había muchos chilenos, miles, que no tenían ingreso y que estaban tratando de comprar ilegalmente. Desesperados un poco por entrar, la única ilógica que tuvieron es que vieron una oportunidad, empujaron y entraron contraviniendo toda la legalidad", explicó.
También consideró "ilógicas" las justificaciones esgrimidas por los fanáticos, relacionadas con el alto precio de las entradas revendidas, y consideró que si bien los participantes en el hecho salieron impunes desde el punto de vista judicial, tendrán un castigo "moral".
"El país sintió que le echaron a perder su fabuloso juego con España", afirmó.
"Obviamente tienen que ser sancionados, pero hay una parte humana, no fue una cosa orquestada que venían desde Chile. Se dio las circunstacias malas, una decisión totalmente ilógica y terminó como tenía que terminar", concluyó.