SEÚL.- El último designado como primer ministro por el Gobierno de Corea del Sur, Moon Chang-keuk, renunció este martes al cargo tras revelarse que justificó la invasión japonesa del país, en plena tormenta política por el accidente del ferry Sewol.
Moon anunció hoy su renuncia solo dos semanas después de ser nombrado por la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, aunque su puesto todavía estaba pendiente de confirmar por el Parlamento.
"Tras mi nombramiento, aumentaron la confrontación y la división en el país", reconoció en rueda de prensa el político, acosado por las críticas de los medios y la oposición.
Días después de la tragedia del Sewol, el entonces primer ministro, Chung Hong-won, dimitió entre fuertes críticas por la mala gestión del rescate.
Más tarde, a mediados de mayo, la presidenta surcoreana nominó a Ahn Dae-hee, ex juez del Tribunal Supremo, pero éste renunció al cargo seis días después, tras revelarse que presuntamente se enriqueció aprovechándose de su anterior puesto público.
Así, el 10 de junio, Park designó como nuevo primer ministro a Moon Chang-keuk, veterano ex periodista de ideología conservadora, como parte de una profunda renovación del gabinete en la que fueron relevados siete ministros más.
Moon, sin embargo, se vio envuelto en una fuerte polémica desde los primeros días tras su nominación, en los que salió a la luz un vídeo anterior en el que aseguraba ante los fieles de su iglesia protestante, que la invasión japonesa de Corea, a principios del siglo XX fue "por voluntad de Dios".
También recibió fuertes críticas por haber escrito previamente en un editorial que Japón no tiene por qué disculparse por el uso de mujeres coreanas como esclavas sexuales durante la II Guerra Mundial.
Ambos temas son especialmente sensibles en Corea del Sur, donde existe un sentimiento nacionalista muy arraigado y todavía predomina un fuerte resentimiento hacia Japón desde tiempos de la colonización.