Adolfo Hitler (en la imagen junto a Joseph Goebbels) practicaba cuidadosamente sus discursos para conseguir el efecto que buscaba entre sus auditores.
El Mercurio (archivo)LONDRES.- Una serie de fotografías datadas aproximadamente en 1925, cuando el partido nazi apenas comenzaba su carrera al poder, muestran cómo Adolfo Hitler ensayaba cuidadosamente los arrebatos gestuales con los que remarcaba sus discursos.
Las imágenes, que muestran al futuro dictador gesticulando ante un espejo y frente a la cámara, fueron tomadas por Heinrich Hoffmann, quien fue su fotógrafo personal hasta 1944.
Tras el revelado, Hitler revisaba meticulosamente las fotos para refinar sus expresiones y conseguir los efectos que buscaba transmitir, según un artículo publicado por el periódico británico "Daily Mail".
Pese a que recibió órdenes de destruir el material, Hoffmann -quien falleció en 1957- lo conservó en su estudio e incluyó nueve placas en sus memorias, publicadas poco antes de su muerte.
En las imágenes se ve al líder nazi practicando distintos gestos, algunos de ellos bastante inusuales para una alocución política y que van desde la energía a la súplica y la ira.
Entre los recursos que ensayaba se contaban apelaciones a su imaginario "público", hacia el que dirige sus manos abiertas en ademán de implorar, así como una extraña postura en la que se lo ve ante un espejo levantando ambos brazos con las manos empuñadas, como si se desperezara, y con una singular expresión agresiva en el rostro.
Hoffmann, quien tenía acceso privilegiado al Führer y su entorno íntimo, se consideraba un "amigo" del responsable de desencadenar la Segunda Guerra Mundial y de la persecución y muerte de millones de seres humanos durante el conflicto.