Mohammad Javad Zarif, jefe de la diplomacia iraní.
ReutersVIENA.- El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed Javad Zarif, manifestó hoy que su país está sinceramente comprometido en la negociación para alcanzar un acuerdo que ponga fin a una década larga de disputa nuclear y confió en que las grandes potencias tengan esa misma actitud.
"No voy a entrar en juegos de acusaciones y manipulaciones. No es mi estilo. Lo que yo haré es seguir con el esfuerzo sincero para llegar a un acuerdo. Espero lo mismo (de la otra parte)", anunció Zarif, en un mensaje escrito en inglés en su cuenta de Twitter.
"Podemos hacer historia el próximo domingo. La confianza es una calle de dos direcciones. Las preocupaciones de todas partes deben ser tratadas para alcanzar un acuerdo", concluyó el ministro iraní.
Irán y el Grupo 5+1, compuesto por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, EE.UU, Fracnia, Reino Unido y Rusia) más alemania, negocian desde hace meses un posible acuerdo para solucionar la disputa en torno al programa nuclear iraní, cuya naturaleza pacífica algunos estados ponen en duda.
Los ministros de Relaciones Exteriores de EE.UU., Reino Unido, Francia y Alemania están hoy en Viena para impulsar el proceso negociador, con el objetivo de alcanzar un acuerdo de aquí al próximo 20 de julio.
Un primer pacto interino, firmado en Ginebra el año pasado, estableció esa fecha como límite para negociar un acuerdo final.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, destacó hoy ante la prensa en Viena que siguen habiendo "diferencia muy importantes", mientras que su colega británico, William Hague, dudó que se pueda alcanzar hoy un acuerdo.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabuis, por su parte, insistió en pedir un "acuerdo serio" con Irán.
Las potencias occidentales temen que la República Islámica trate de hacerse con los materiales y conocimientos para un programa nuclear militar bajo el paraguas de supuestas actividades civiles.
Teherán niega estas alegaciones y asegura que su programa es exclusivamente civil y pacífico.
Entre los puntos más controvertidos destacan el programa de enriquecimiento de uranio, la construcción de una planta de agua pesada en Arak, capaz de generar plutonio, y la posible relación del programa atómico iraní con el desarrollo de misiles.