SAO PAULO.- La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, continúa liderando las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del próximo 5 de octubre, pero podría ir a segunda vuelta, donde, según un nuevo sondeo, sufriría un empate técnico con el principal líder de la oposición, Aecio Neves.
Según una encuesta del Instituto Sensus publicado hoy en la revista Istoé, la intención de voto de Rousseff (Partido de los Trabajadores) cayó del 32,2%, obtenido en junio, al 31,6%, mientras que Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), obtendría un 21,1%, respecto al 21,5%, de la encuesta anterior.
Mientras que el ex gobernador del estado de Pernambuco Eduardo Campos, candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), sacaría un 7,2%, frente al 7,5% de junio.
Por detrás quedaron, el pastor Everaldo Pereira, candidato del Partido Social Cristiano (2,6%); Luciana Genro, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (1,1%); Eduardo Jorge, del Partido Verde (0,3%), y Rui Costa Pimenta, del Partido de la Causa Operaria (0,5%).
Para vencer en la primera vuelta el 5 de octubre próximo, el candidato necesita obtener la mitad más uno de los votos válidos o más que todos sus rivales juntos, por lo que, de acuerdo con la encuesta, la votación exigiría balotaje.
En una eventual segunda vuelta entre Rousseff y Neves ambos obtendrían un empate técnico teniendo en cuenta el margen de error de 2,2 puntos porcentuales.
De acuerdo con el sondeo, la actual mandataria, que se encuentra desde el 2011 en el poder, conseguiría el 36,3% de los votos, frente al 36,2% del candidato del PSDB. En la encuesta realizada en junio, la presidenta tenía una diferencia de 5,1 puntos porcentuales sobre su principal rival.
El sondeo fue realizado entre el 12 y 15 de julio y escuchó a 2.000 electores de 136 municipios de 24 estados de Brasil.
También esta semana el instituto Datafolha publicó una encuesta en la que otorgaba a Rousseff un 36% de la intención de voto, un 20% a Neves y un 8% a Campos. Y en caso de segunda vuelta la mandataria obtendría un 44% de los votos, frente al 40% de Neves.
