BEIRUT.- Los rebeldes sirios lograron expulsar a los yihadistas del Estado Islámico (EI) de la casi totalidad de la periferia de Damasco, aunque éstos últimos resisten todavía en tres bastiones al sur de la capital.
Tras una ofensiva de tres semanas, los yihadistas ultra-radicales que controlan buena parte del territorio del norte y este de Siria y también de Irak fueron expulsados de cuatro localidades del sureste de la capital siria por parte de insurgentes moderados y radicales.
Los combatientes del EI fueron expulsados de Mesraba y Maydaa, situados en la región del Ghuta oriental, así como de Yalda y Beit Sahem, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Los combatientes se atrincheraron en Hajar al Aswad, Tadamon y Qadam", barrios al sur de Damasco, indicó Rami Abdel Rahman, director de la ONG, que dio cuenta de combates el lunes en Hajar al Aswad y Qadam.
Desde el inicio de la insurrección armada en Siria, la región de Damasco es uno de los principales bastiones de la rebelión, que trata desde hace tres años de derrocar al régimen de Bashar al-Assad.
Pese a numerosas ofensivas, el Ejército, que cuenta con una potente aviación y el apoyo del Hezbullah chiita, no ha logrado echar a los insurgentes.
Desde su aparición en el conflicto sirio en 2013, el EI no ha disimulado sus pretensiones hegemónicas y se ha enfrentado abiertamente a los rebeldes.