Civiles palestinos huyen de la zona de Rafah, sometida a intensos bombardeos este viernes.
AFPGAZA.- Dirigentes del grupo Hamás acusaron este sábado a Estados Unidos y a la ONU de "ponerse del lado de Israel" al acusar al movimiento islamista de romper la breve tregua acordada para el viernes en Gaza. Al mismo tiempo, descartaron que sus militantes hubieran tomado la iniciativa en los combates ocurridos al sur de la Franja que anularon el cese del fuego.
La pausa en las hostilidades, que se extendió solo por una hora y media, tuvo un final abrupto del que ambos bandos se culpan.
El Ejército israelí, que previamente había advertido que continuaría sus operaciones contra los túneles construidos por los milicianos palestinos, alegó que integrantes de las brigadas Ezzedin al-Qassam habían atacado a sus fuerzas, matando a dos soldados y secuestrando a un tercero.
Horas después, tanto Washington como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, responsabilizaron a los islamistas de la rotura de la tregua.
Sami Abu Zuhri, vocero de Hamás, afirmó que los enfrentamientos que se registraron en Rafah fueron resultado de la "incursión israelí" y afirmó que sus militantes habían actuado en "defensa propia", en declaraciones a la cadena qatarí Al Jazeera.
La organización islamista palestina insistió en que no tenía conocimiento del supuesto secuestro del oficial israelí Hadar Goldin, y afirmó en un comunicado que el militar posiblemente murió en los combates.
No obstante, medios de prensa israelíes y la propia ministra de Justicia, Tzipi Livni, han insistido en que el joven teniente está en poder de los milicianos palestinos y el Presidente estadounidense, Barack Obama, incluso pidió su liberación.
Al respecto, Zurhi rechazó que mientras las informaciones internacionales se centran en la suerte del soldado israelí, al mismo tiempo ignoran "la masacre" ocurrida en Rafah, donde más de un centenar de civiles murieron en las horas siguientes debido a los bombardeos, según denunció.
El alto al fuego concordado la mañana del viernes, que había despertado esperanzas de un inicio de conversaciones que permitieran hacer cesar las hostilidades, se quebró 90 minutos después de su entrada en vigencia. Hasta este sábado en la mañana, la cifra de muertos en la Franja se elevaba a 1.662, la gran mayoría civiles, en 26 días de bombardeos.