WASHINGTON.- El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha intentado enfocar la política exterior estadounidense en Asia, como respuesta al poderío económico y militar de China. Pero esa estrategia se ha visto ensombrecida por una serie de crisis internacionales, como el respaldo de Rusia a los separatistas en el este de Ucrania.
Rusia es el tercer mayor productor mundial de petróleo y el segundo de gas. Europa tiene una gran dependencia de las exportaciones de energía rusas, lo que complica la respuesta de las potencias a la crisis en Ucrania.
En una entrevista realizada por la revista The Economist, Obama minimizó la importancia de Moscú en el mundo y calificó al presidente Vladimir Putin como un líder que está causando problemas a corto plazo para obtener réditos políticos, con decisiones que dañarán a Rusia en el largo plazo.
"Creo que es importante tener perspectiva. Rusia no produce nada", dijo Obama en la entrevista. "Los inmigrantes no van a Moscú a buscar oportunidades. La expectativa de vida de un hombre ruso es de 60 años. La población se está reduciendo", destacó.
Obama le dijo a Putin la semana pasada que cree que Rusia violó el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de 1988.
Al hablar de los "desafíos regionales" de Rusia, Obama dijo: "Debemos asegurarnos que no se produzca una escalada en la que las armas nucleares vuelvan a ser parte de las discusiones sobre política exterior".
"Una cosa que diré sobre China es que hay que ser muy firmes con ellos, porque van a presionar todo lo que puedan hasta que vean resistencia", señaló Obama describiendo las tensiones entre China y su país como "razonables".
"No son sentimentales y no están interesados en abstracciones, por lo que una simple apelación a las normas internacionales es insuficiente", agregó.
Obama cree que la tensión comercial con China bajara cuando deje de ser "un simple fabricante de bajo costo para el mundo" y sus compañías hagan productos de mayor valor que necesiten de protección de propiedad intelectual.