El fuego de artillería de las milicias incendió enormes depósitos de petróleo y causó gruesas columnas de humo.
EFETRIPOLI.- Una jornada de batallas entre milicias por el control del aeropuerto internacional de la capital libia, Trípoli, ha dejado un saldo de 22 muertos, informó el domingo el gobierno interino del país.
Libia está pasando por su peor oleada de violencia desde la guerra civil de 2011, en la que el dictador Moamar Gaddafi fue derrocado. Las milicias que lo sacaron del poder, equipadas con armamento pesado que supera al de las fuerzas gubernamentales escasamente equipadas, recorren el país sin nadie que les ponga freno.
Las muertes del sábado elevaron la cifra de víctimas del combate por el control del aeropuerto de Trípoli a 236 personas.
Milicias islámicas procedentes de la ciudad costera de Misrata encabezaron el asalto al aeropuerto tratando de arrebatárselo a grupos originarios del pueblo de la zona montañosa de Zintan. El fuego de artillería de las milicias incendió enormes depósitos de petróleo y causó que gruesas columnas de humo se elevaran sobre el cielo de Trípoli, informó la agencia oficial de noticias libia.
El combate ocurrió cuando más de tres cuartas partes del recientemente electo parlamento libio se reunió por primera vez en la ciudad de Tobruk, cercana a la frontera con Egipto, que fue elegida como sede de la reunión por un importante político anti islamista, lo que muestra un cambio contra los partidos islamistas y las milicias extremistas.
El sábado se reunieron en Tobruk 152 legisladores, señaló el sitio oficial de la Cámara de Representantes de Libia. El legislador anti islamista Abu Bakr Baiera, quien presidió la sesión, decidió que la apertura oficial del encuentro se pospusiera hasta que llegaran más congresistas.
La presencia de muchos integrantes del parlamento, todo electos y de filiación independiente, sugiere que la mayoría de los miembros del parlamento no están afiliados con ninguna de las facciones islámicas que dominaron al parlamento libio saliente.
El gobierno informó en un comunicado que "grupos fuertemente armados" han bombardeado "objetivos civiles", puesto en peligro a miles de ciudadanos y desplazado a cientos de familias.