KIEV.- La situación de la población de las ciudades dominadas por los separatistas en Ucrania sigue agudizándose, especialmente en Lugansk, donde unas 25.000 personas se quedaron sin luz y sin agua después de semanas de combates.
Las autoridades locales hablan de una "catástrofe humanitaria" que afecta sobre todo a familias con niños y personas mayores. En medio del intenso calor que azota la ciudad desde hace varios días, el servicio de recogida de basura fue paralizado.
Desde la vecina Donetsk llegaron reportes confirmando que son cada vez más los habitantes que abandonan esta ciudad atendiendo un llamado urgente de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Observadores locales no descartan un bombardeo de la ciudad industrial. El Ejército ucraniano cierra cada vez más su cerco sobre la ciudad. Andrei Lyssenko, del Consejo de Seguridad de Kiev, dijo que las fuerzas del gobierno están preparando una ofensiva masiva. "El ataque no está aún en curso, pero nos preparamos para la liberación de Donetsk".
En tanto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo en Ginebra que unas 730.000 personas huyeron de Ucrania hacia Rusia este año debido al conflicto. De ellas, 168.000 se registraron en el servicio federal de migraciones ruso, mientras que otras pidieron asilo.
"Si bien técnicamente no son refugiados, lo cierto es que no son turistas", dijo el portavoz de ACNUR Dan Norton de las 730.000 personas, número que se desprende de las estadísticas del gobierno ruso y el ACNUR. A ellos se suman los 117.000 ucranianos desplazados dentro de su propio país.
La gente huye especialmente del este de Ucrania, donde las fuerzas del gobierno combaten con los rebeldes prorrusos.
En tanto, Estados Unidos se mostró hoy preocupado por el aumento de tropas rusas en la frontera con Ucrania. De acuerdo con el portavoz del Pentágono, John Kirby, se trata de unos 10.000 soldados. Lo decisivo es que estas tropas son cada vez mejor abastecidas, con artillería antiaérea y fuerzas especiales. Kirby dijo ante periodistas que las tropas se encuentran más cerca de la frontera que al inicio del conflicto.
El diario estadounidense "The New York Times" había informado citando a representantes de gobierno occidentales que Moscú había estacionado en las últimas semanas hasta 21.000 soldados en la zona de frontera. Ucrania habló incluso de que hay 45.000 soldados rusos estacionados en su frontera.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, subrayó en la ciudad belga de Mons la decisión de la alianza occidental. "La OTAN está decidida a defender a todos los aliados ante cualquier amenaza", indicó. Moscú no hizo comentarios por ahora.
Rusia denunció hace poco un ataque masivo de su frontera desde territorio ucraniano, en el que murió una persona y varios edificios resultaron destruidos.
En fuertes enfrentamientos entre las tropas del gobierno y los separatistas en el este de Ucrania, volvieron a morir varias personas. El Ejército ucraniano habló de tres muertos y 46 heridos entre sus propias filas, mientras que los grupos prorrusos hablaron de dos muertos y 13 heridos en sus filas. De acuerdo con las estimaciones, ya murieron más de 2.000 personas debido a los combates.
En tanto, pese a los continuos enfrentamientos en el este de Ucrania, unos 110 expertos procedentes de Holanda, Australia y Malasia han llegado en las últimas horas al lugar donde cayó el avión malasio derribado por un misil, informó hoy la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Los expertos buscan en una gigantesca área partes de cadáveres y objetos personales de las 298 víctimas de la tragedia. La OSCE ha puesto a disposición de los investigadores 19 equipos especiales.
Además, Estados Unidos envió un pequeño equipo militar a Ucrania para hablar de un "posible apoyo" a los equipos de investigación extranjeros en el lugar en el que cayó el avión. El equipo, integrado por una decenas de soldados, incluyendo a expertos en comunicaciones e investigaciones, llegó a la embajada de Estados Unidos en Kiev "a pedido del Departamento de Estado". El equipo "no abandonará Kiev", apuntó Kirby.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió hoy que tomará represalias como reacción a las sanciones que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos le impusieron a su país por el conflicto en Ucrania.
De todas formas, Putin dijo que la reacción debe ser moderada y no debe afectar a los consumidores y empresas rusas.
El mandatario, que habló en Voronesh, unos 500 kilómetros al sur de Moscú, indicó que se encargó al gobierno que elabore las medidas correspondientes. "Los instrumentos políticos de presión sobre la economía no son aceptables", dijo Putin.
El diario moscovita "Vedemosti" informó que como reacción a las sanciones de Occidente, Rusia podría prohibirle a las aerolíneas europeas el sobrevuelo de su territorio. Una medida en ese sentido se estaría evaluando en el Ministerio de Exterior y en el de Transporte.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se mostró sin embargo escéptico. "Hay que evaluar todas las ventajas y desventajas para no parecerse a los estadounidenses y europeos y perjudicarse uno mismo con las sanciones", afirmó Peskow. La portavoz del gobierno, Natalia Timakova, dijo que el gabinete está evaluando una propuesta similar.