BUENOS AIRES.- La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reveló este jueves la emoción con que vivió el primer encuentro con su nieto nacido en cautiverio durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), pero reprochó a la Justicia haber filtrado sus datos personales.
El nieto recuperado de Carlotto fue citado en tanto por la jueza federal María Servini de Cubría a declarar la semana próxima como testigo en la causa en la que se investiga su apropiación ilegal.
La citación tuvo lugar pese a que la activista de los derechos humanos, de 83 años, había solicitado formalmente a la Justicia postergar la audiencia con el objetivo de "no entorpecer la revinculación con su familia", informó el abogado de Carlotto, Alan Iud.
El letrado informó además que en el escrito se cuestionó la decisión de la jueza de revelar los datos del joven, violando todos los protocolos que suele observar Abuelas de Plaza de Mayo ante la recuperación de la identidad de cada uno de los hijos de desaparecidos.
"Habiendo tomado conocimiento mi mandante que brindó dicha información públicamente por Radio Del Plata el día martes 5 de agosto a las 16:16 -es decir tan sólo dos horas después de que ella misma fuera anoticiada- (solicito) se adopten y extremen las debidas medidas de resguardo de la privacidad que la sensibilidad del tema amerita", sostuvo el abogado en el escrito.
Estela de Carlotto y sus hijos Claudia, Kibo y Remo se reunieron por primera vez con el joven Guido Montoya Carlotto el miércoles durante más de seis horas, junto a otros familiares y bajo absoluta reserva, en la ciudad de La Plata, 50 kilómetros al sur de la capital argentina.
Fue un día después de que un análisis genético confirmara la noticia de que es el hijo de Laura Carlotto y Wilmar Oscar Montoya, secuestrados durante la última dictadura, a quien la dirigente social buscó durante 36 años.
"Tenía una emoción terriblemente contenida, me quedé adentro, 'a ver si me caigo', y cuando él entró yo lo abracé y le dije entre lágrimas: 'Guido, mi nieto querido', y él me dijo: 'bueno, bueno, despacito'", relató hoy la dirigente de derechos humanos.
"El es muy reservado, es muy templado, no se le nota (la emoción); es como yo en eso que, para que llore, tiene que ser algo extremo como esto", subrayó Carlotto. "La relación hay que ir formándola y fortaleciendo", reconoció.
La presidenta de Abuelas afirmó que los padres adoptivos de su nieto "son gente de campo y si lo criaron bien, hay que agradecérselo". Si ellos "tienen alguna responsabilidad" en su apropiación, "no somos nosotros para juzgarlos sino la Justicia", sostuvo.
Guido Montoya Carlotto, quien fue criado como Ignacio Hurban, asistió al encuentro acompañado por su esposa y algunos amigos, según informó el periódico "Página/12".
"Hablamos de todo. l busca mucho el consenso, es sano, tiene sensibilidad social. Fue muy cálido, pero también estuvo muy bien plantado, sabe lo que quiere", indicó Claudia Carlotto, tía del joven y titular de la Comisión Nacional por el derecho a la Identidad (Conadi).
La verdadera identidad del nieto número 114 recuperado por las Abuelas fue filtrada por el Poder Judicial, lo que permitió hallarlo rápidamente a través de las redes sociales, en las que el joven músico mantiene una intensa actividad.
El joven recuperó su identidad al realizarse voluntariamente una prueba de ADN.De esta manera, Guido Carlotto comprobó que es hijo de Laura, la hija de Estela de Carlotto, y de Walmir Oscar Montoya, que sigue desaparecido.
Laura era estudiante de historia, militante universitaria y estaba embarazada cuando fue secuestrada el 26 de noviembre de 1977. Estuvo detenida en el centro clandestino "La Cacha" y fue asesinada meses más tarde. Antes, el 26 de junio de 1978, dio a luz a su hijo y lo llamó Guido.