Ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Carl Bildt.
EFEBRUSELAS.-El ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, criticó hoy la entrada de vehículos militares rusos en Ucrania a través de la frontera, y lo calificó de "flagrante violación del Derecho internacional".
"Hemos visto informaciones de periodistas, imágenes de vehículos blindados rusos cruzando la frontera con Ucrania. Esto por supuesto es una flagrante violación del derecho internacional", indicó Bildt a su llegada al consejo extraordinario de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE).
Su homólogo lituano, Linas Linkevicius, dijo estar "muy preocupado" por la situación en la frontera, ya que “mientras hablamos del convoy humanitario (ruso), la escalada sigue y tenemos información de que anoche entraron a través de la frontera 70 piezas de equipamiento militar".
Por ello, el ministro calificó el envío de ayuda humanitaria por parte de Moscú como "una distracción" y una "misión encubierta", que manifiesta que "es muy difícil confiar" en Rusia.
"La ayuda más eficaz de Rusia a Ucrania sería la de pedir la retirada de los líderes terroristas (de las autoproclamadas repúblicas autónomas) y finalizar su apoyo a éstos con el suministro de tanques, lanzaderas de misiles y armamento pesado", indicó.
Para Bildt la grave situación humanitaria en el este de Ucrania ha sido causada por los "gángster" de las llamadas repúblicas autónomas prorrusas que están "destruyendo la economía, provocando que la gente tenga que huir y creando incertidumbre".
En esa línea, aseguró que la mejor manera de frenarlos sería "cesar el apoyo" por parte de Rusia a los separatistas, lo que permitiría en gran parte rebajar las tensiones en el este de Ucrania.
Además, el ministro sueco no descartó que pudiera haber "en algún momento" más sanciones a Moscú, "si esto continúa" así.
Por su parte, el ministro luxemburgués de Asuntos Exteriores, Jean Asselborn, recalcó que "los militares rusos no pintan nada en Ucrania", mientras que su colega de Letonia, Edgars Rinkevics, expresó su esperanza de que el convoy ruso con ayuda humanitaria "no sea un pretexto para una invasión militar".
Si lo fuera, dijo, la UE tendría que preparar "otra ronda de respuesta", probablemente "en algún momento de la próxima semana".
El ministro alemán, Frank-Walter Steinmeier, mostró su deseo de que las actuales "complicaciones" con el convoy humanitario se superen "pronto" para atender a la población en Donetsk y Lugansk, y explicó que el jueves hubo una "señal precavida positiva por parte de la Cruz Roja Internacional de que los camiones van a poder ser controlados para poder descartar que transporte equipamiento militar".
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, admitió que actualmente la UE sigue de cerca lo qué ocurre con el convoy en la frontera ucraniana, y aseguró que los Veintiocho "continúan todos los esfuerzos" para superar esta crisis e intentar llevar "estabilidad y seguridad a Ucrania", con respeto a su integridad territorial.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo apeló al respeto a la soberanía, a la independencia y a la integridad territorial de Ucrania, aunque descartó que de momento se amplíen las sanciones a Rusia.
"Creo que en este momento no se va a dar ningún paso más, es decir, hay un mandato suficientemente amplio para ir graduando la sanciones económicas que se aplican en Rusia en caso de nuevas violaciones de la legalidad internacional", dijo García-Margallo.
El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, por su parte, dijo estar "muy preocupado por las informaciones que apuntan a que vehículos militares rusos han podido cruzar la frontera de Ucrania", y recalcó que, "si hay cualquier personal militar ruso en Ucrania del este debe ser retirado inmediatamente o las consecuencias podrían ser muy serias".
El ministro danés, Martin Lidegaard, también reconoció estar "muy preocupado" y dijo que "las fuerzas rusas deberían ser conscientes de que en la UE tenemos un firme compromiso de responder a cualquier nueva agresión de Rusia".
"Si Rusia quiere paz para su pueblo debería sentarse a la mesa de negociaciones", incidió.
El titular holandés, Frans Timmermans, también criticó la actitud rusa, pero afirmó que no "ve ninguna indicación de que vaya a cambiar de momento, desafortunadamente".