El presidente Obama indica que la caída de la presa de Mosul a manos de los yihadistas puede poner en peligro la vida de un gran número de civiles.
APWASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, notificó hoy formalmente al Congreso la campaña de ataques aéreos en Irak en apoyo a las operaciones de las fuerzas de seguridad iraquíes, con objetivo de recuperar de manos de los yihadistas la presa de Mosul considerada estratégica, informó la Casa Blanca.
"Estas operaciones militares serán limitadas en su alcance y duración", según sea necesario para "retomar y establecer el control" en la zona de la presa, indico Obama en una carta enviada al Congreso.
El mandatario señala que autorizó esta acción militar el pasado 14 de agosto, que están siendo coordinadas con el Gobierno de Irak, para apoyar a las fuerzas iraquíes en la campaña contra el grupo terrorista Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL).
El presidente indica que la caída de la presa de Mosul a manos de los yihadistas puede poner en peligro la vida de un gran número de civiles, amenazar al personal y las instalaciones estadounidenses, incluyendo la embajada de Estados Unidos en Bagdad, e impedir que el Gobierno iraquí proporcione servicios esenciales a la población.
"Esta misión está en consonancia con la directiva del presidente Obama de que los militares estadounidense protejan al personal y las instalaciones estadounidenses en Irak", indicó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, en un comunicado.
La portavoz enfatizó que estas operaciones son "limitadas" y se están realizando "en coordinación y a petición" del Gobierno de Irak.
"La Administración seguirá consultando con el Congreso sobre el camino a seguir en Irak y nuestros esfuerzos en contra de EIIL" aseguró Hayden que aseguró que la Casa Blanca continuará proporcionando al Congreso los informes correspondientes en consonancia con la Resolución sobre Poderes de Guerra.
La llamada Resolución sobre Poderes de Guerra ("War Powers Resolution"), una ley federal que data de 1973, establece que es el Congreso el que debe autorizar una guerra, si bien el mandatario puede desplegar tropas cuando exista una "emergencia nacional" a causa de un ataque contra el país o sus intereses.