AFP/Archivo
DONETSK.- Una parte del convoy humanitario ruso entró este viernes en Ucrania y llegó a Lugansk, sin esperar su inspección completa en la frontera, lo que levantó vivas protestas del gobierno ucraniano, que denunció una "invasión directa", así como de los occidentales.
Un fotógrafo de la agencia AFP vio como más de 70 camiones cruzaban la frontera, escoltados de lado ucraniano por combatientes prorrusos en furgonetas.
La OSCE indicó por su parte que más de 130 camiones penetraron en territorio ucraniano.
Veinte llegaron el viernes por la tarde al bastión ucraniano prorruso de Lugansk, su destino, indicó un responsable de la administración regional.
"Se trata de una invasión directa", reaccionó el jefe de los servicios de seguridad ucranianos, Valentin Nalivaichenko, quien excluyó sin embargo ataques aéreos contra el convoy ruso.
"Hacemos todo lo que está en nuestras manos para que esto no tenga consecuencias más graves", declaró el presidente ucraniano Petro Poroshenko.
Las autoridades ucranianas, que condenaron una decisión "deliberada y agresiva", señalaron que sus guardias fronterizos pudieron inspeccionar únicamente 34 camiones.
"En uno de estos camiones que pueden transportar 25 toneladas, encontramos 800 kilos de té. Los otros 33 estaban cargados con máximo 8 toneladas. Se trata en realidad de vehículos vacíos", aseguró el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk.
Este convoy ruso fue objeto de disputas durante días, ante el temor de Ucrania y varios países occidentales de que la ayuda humanitaria pudiera ser una excusa para reforzar a la insurgencia prorrusa en el este de Ucrania.
La Cruz Roja que debía distribuir la ayuda no acompañó al convoy, estimando que no disponía de garantías de seguridad necesarias.