Un miliciano del Estado Islámico dispara su fusil al aire para celebrar la ocupación de la base aérea.
ReutersBEIRUT (Líbano).- Este domingo los milicianos del grupo islamista radical sunita Estado Islámco (EI) consolidaron su control de la estratégica base aérea de Tabqa, situada al noreste de Siria, una de las victorias más importantes obtenidas por la agrupación en este país.
El grupo consiguió conquistar el último punto de apoyo que sostenía el régimen de Bashar Al-Assad en la provincia de Raqa, ahora completamente dominada por los yihadistas.
La milicia lanzó una ofensiva largamente anunciada la semana pasada para apoderarse de terminal aéreo, situado a 45 kilómetros del corazón del territorio dominado por el EI.
La base albergaba varios escuadrones de aviones de guerra y helicópteros, además de tanques, artillería y municiones.
El grupo islamista, formado por gran número de militantes extranjeros, también mantiene presencia en Irak, donde enfrenta al gobierno de ese país, a los kurdos y una ofensiva aérea de Estados Unidos.
Tabqa es la tercera base de la Fuerza Aérea siria que cae en manos de los yihadistas desde el mes pasado, dentro de una ofensiva en la que buscan consolidar su control de las provincias del norte y el este del país.
Decapitaciones
Tras varios esfuerzos infructuosos por superar los muros de la instalación en días recientes, combatientes del Estado Islámico lograron introducirse y tomar el aeródromo el domingo, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), organización con sede en Londres.
Pese a los ataques aéreos gubernamentales, los milicianos aplastaron los focos de resistencia y mataron a decenas de soldados.
La agencia estatal de noticias SANA confirmó que el gobierno perdió la base aérea y dijo que sus tropas "se están reagrupando tras evacuar el aeropuerto".
La victoria islamista fue seguida por un baño de sangre en el que soldados fueron ejecutados, procedimiento usual realizado por los milicianos que decapitan a sus prisioneros.