Estación del Metro cerrada por falta de personal. Ese es el panorama de hoy en Buenos Aires.
ReutersBUENOS AIRES.- La huelga general convocada por las centrales sindicales opositoras en Argentina tuvo este jueves una adhesión "importante" que "ha superado el 80, 85 y hasta 90 por ciento", afirmó el jefe sindical opositor Hugo Moyano.
En cambio, el jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, destacó esta mañana que "el 75 por ciento de los trabajadores manifestó su voluntad de trabajar hoy".
Las estimaciones gubernamentales "no tienen nada que ver con la realidad", aseguró Moyano, secretario general de la fracción opositora de la central obrera Confederación General del Trabajo (CGT). "Ese es un chiste más", aseveró.
"Ha habido una adhesión muy importante, esto es lo importante. Todas estas cifras que da el gobierno es un relato más que nadie le cree", sostuvo el dirigente gremial opositor, hasta hace unos años estrecho aliado de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Moyano destacó asimismo que "no ha habido ningún hecho de violencia, y eso demuestra que los trabajadores quieren trabajar y cuando deciden tomar una medida quieren hacerlo en paz".
El líder sindical minimizó en tanto el normal funcionamiento del transporte público en ómnibus, que no se plegó a la huelga. Reconoció que circularon "colectivos, remises o taxis, pero estaban vacíos, andaban con muy pocas personas viajando". "La adhesión fue voluntaria de la gente, por más que haya tenido medios de transporte", señaló Moyano.
En la calle de la capital argentina se observó poca circulación de vehículos, mientras que los ómnibus transportaron pocos pasajeros, luego de que la jornada comenzó con varias protestas callejeras.
Esta es la segunda huelga general en menos de cinco meses convocada por las centrales sindicales opositoras contra la inflación, la inseguridad, las suspensiones y despidos y en reclamo de mejores salarios y cambios en el impuesto a las ganancias que afecta a los trabajadores.
Se notó una merma en la actividad a causa de la paralización del servicio ferroviario y varias líneas del transporte subterráneo, junto con los piquetes de agrupaciones de izquierda y de trabajadores en los accesos a varias ciudades en contra del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
También fueron cancelados durante la mañana numerosos vuelos domésticos e internacionales por el acatamiento a la huelga de los gremios aeronáuticos.
A la huelga adhirieron también trabajadores bancarios, portuarios, expendedores de combustibles, el transporte de cargas, de caudales, y la recolección de residuos. En tanto, la convocatoria fue parcial en los sectores de educación, salud y la justicia.