Las protestas en Donetsk y Lugansk.
EFE
BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) aplazará unos días la aplicación de nuevas sanciones contra Rusia en el marco de la crisis de Ucrania, pero el paquete fue aprobado por todos los gobiernos nacionales, informaron hoy fuentes oficiales.
"La entrada en vigor (de las sanciones) tendrá lugar en los próximos días. Eso nos dará tiempo para confirmar la implementación del acuerdo de cese del fuego (en Ucrania) y el plan de paz", explicó el presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy, a través de un comunicado.
"Dependiendo de la situación sobre el terreno, la UE estará lista para reveer las sanciones acordadas", añadió, subrayando que el paso apunta a alentar a Rusia a cambiar el curso de las acciones que fomentaron la desestabilización en Ucrania.
Tras arduos debates, los embajadores de la UE lograron acordar el viernes un paquete de sanciones que prevé mayores restricciones económicas a Rusia, el bloqueo de cuentas bancarias y la prohibición de viajar a unas 20 personas, entre ellas separatistas ucranianos y líderes de la política y la economía rusa, entre otros.
Sin embargo, este lunes la UE no logró la aprobación total y definitiva de las medidas. Esta tarde el primer ministro de Finlandia, Alexander Stubb, advirtió que si bien ya se habían acordado las sanciones aún se estaba debatiendo sobre los plazos en los que se aplicarían.
El cronograma es "muy ambicioso", comentó. Según círculos diplomáticos, Finlandia no fue el único país en presentar reparos contra una aplicación inmediata de las sanciones.
Poco antes, el gobierno de Rusia había amenazado con tomar medidas más severas en caso de que el bloque europeo avanzara con sus restricciones.
Entre otras cosas, amenazó con prohibir la utilización de su espacio aéreo por aerolíneas occidentales, según palabras del jefe de gobierno ruso, Dmitri Medvedev, publicadas hoy en medios rusos.
La cadena YLE señaló que una medida semejante tendría un duro impacto por ejemplo para la aerolínea finlandesa Finnair, que opera numerosos vuelos a Asia. El propio primer ministro finlandés Stubb admitió estar "muy preocupado por las consecuencias indirectas y por las (posibles) contra-sanciones rusas".