BARCELONA.- Animada por el referéndum escocés y vestida con los colores amarillo y rojo de Cataluña, una muchedumbre nacionalista invade este jueves las calles de Barcelona para reclamar, ante el rechazo de Madrid, una consulta independentista en esta región española.
Por tercer año consecutivo, las asociaciones independentistas movilizan a los catalanes con ocasión de la Diada, el día grande de la región, formando una gigantesca V de Votar en dos céntricas avenidas de Barcelona, que se tiñen de los colores rojo y amarillo de la bandera catalana.
Más de medio millón de personas se han inscrito en la manifestación promocionada con el lema "Llenemos las calles para llenar las urnas" y se prevé que más de 15.000 buses lleguen a la ciudad con manifestantes de otros puntos de la región.
"Nuestro objetivo es votar y ganar el 9 de noviembre y entendemos que este 11 de septiembre es el punto de inflexión", explicó a la AFP Carme Forcadell, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, principal entidad independentista.
En 2012, una inmensa manifestación en Barcelona precipitó la puesta en marcha del proceso de autodeterminación. En 2013, una cadena humana independentista de 400 kilómetros forzó al gobierno catalán a fijar la fecha de la votación en el 9 de noviembre.
Desde horas antes de la manifestación, miles de personas con banderas secesionistas y camisetas con el lema "Ahora es la hora" llenaban Barcelona, mientras algunos músicos hacían sonar las grallas, una flauta típica catalana, y grupos de "castellers" construían inmensas torres humanas tradicionales en la región.
"Nuestra cultura, nuestra lengua y nuestras tradiciones se tienen que respetar y ya hemos visto que en este Estado es imposible", apuntó Bernat Pi, un estudiante de doctorado de 24 años, con una bandera independentista y otra de Escocia.
Banderas escocesas, flamencas, vascas y gallegas se mezclaban con la estelada independentista catalana en Barcelona. En un escenario en el corazón de la ciudad, escoceses, catalanes y sardos compartían discursos.
"Este movimiento independentista en toda Europa es irreversible", gritaba Gavino Sale, un diputado independentista del parlamento regional de Cerdeña, junto al mercado del Born, donde se encuentran las ruinas de la Barcelona asediada durante 1714.
Esta Diada marca el 300 aniversario de la caída de Barcelona en manos de las tropas del rey español Felipe V en 1714 durante la guerra de Sucesión española, que puso fin a la autonomía de la región.