BEIJING.- El sector inmobiliario chino mostró señales de enfriamiento en agosto, cuando un mayor número de ciudades registraron caídas en los precios de las nuevas viviendas, en comparación con el mes anterior, según publica hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS) de la potencia asiática.
De 70 grandes urbes chinas, los precios de las nuevas viviendas en 68 de ellas cayeron en agosto, en contraste con julio, con la ciudad de Xiamen (en la provincia suroriental de Fujian) como el único caso que registró subidas (un leve 0,2 por ciento) y Wenzhou (en la oriental Zhejiang) con los precios congelados.
Mientras, en julio los precios aumentaron en dos ciudades, y en junio hasta en ocho, apunta el buró.
Por su parte, Hangzhou, la capital de Zhejiang, en el este y próxima a Shanghái, fue la ciudad donde los precios cayeron con más fuerza, hasta un 2,1 por ciento. Pekín y Shanghái obtuvieron descensos de un 1,2 por ciento y un 1,3 intermensual, respectivamente.
En cuanto a las casas ya existentes, las cifras bajaron en 67 grandes ciudades chinas en agosto, en contraste con las 65 de julio. La ciudad de Cantón, capital de la provincia meridional homónima, registró en este caso la mayor bajada de precios, con un 1,4 por ciento en comparación con julio.
"Los precios de las viviendas en la mayoría de las ciudades cayó mensualmente, pero en algunas el camino de la devaluación se ha estrechado", dijo Liu Jianwei, estadista de la NBS.
Liu explicó que de las 68 ciudades que experimentaron una bajada de precios en las nuevas viviendas en agosto, 21 registran un menor declive que en meses anteriores.
Aunque destacó que, entre las casas ya existentes, el cambio ha sido más notable, con caídas de precios en hasta 25 ciudades de 67, a diferencia de las 3 ciudades que obtuvieron bajadas en julio.
El Gobierno chino no ofrece un porcentaje global de variación de precios para el conjunto del mercado inmobiliario del país, pero publica los cambios interanuales e intermensuales de los precios en las setenta principales ciudades.
En los últimos años, las autoridades de la segunda economía mundial han puesto en marcha varias medidas para controlar el alza de los precios de la vivienda ante el peligro de que se creara una temida burbuja inmobiliaria.
Actualmente, sin embargo, China cuenta con un exceso de oferta de viviendas y las operaciones han disminuido debido a la ralentización de la economía del país.
Según los analistas, este frenazo es uno de los factores que más presionan a la baja el crecimiento de la economía china, que lleva trimestres de ralentización debido a las reformas estructurales para cambiar su modelo de crecimiento económico.
China tiene el objetivo de crecer un 7,5 por ciento en 2014, el mismo que se marcó el año anterior, cuando acabó creciendo a un 7,7 por ciento.