El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.
Agencias/Archivo
NUEVA YORK.- Un grupo de 13 Gobiernos, la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas exigieron este lunes un cese de la violencia en Libia para poner fin a la actual crisis y rechazaron cualquier "interferencia exterior” en el país.
La declaración fue aprobada en un encuentro ministerial celebrado en Nueva York y en el que participaron Argelia, Egipto, Francia, Alemania, Italia, Qatar, Arabia Saudita, España, Túnez, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos.
"Llamamos a todas las partes a aceptar un alto el fuego inmediato y completo y a comprometerse de forma constructiva con un diálogo político pacífico para resolver la crisis en curso", señalaron en un texto los trece países, a los que se sumaron la UE y la ONU.
El encuentro fue impulsado por el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, aprovechando la presencia de muchos ministros en la ciudad con motivo de la Asamblea General de la ONU y con la intención de unificar la respuesta a la situación en Libia.
Según el texto aprobado, los países coinciden en que "no hay una solución militar" al conflicto y respaldan los esfuerzos de negociación que está llevando a cabo el representante especial de la ONU para Libia, el español Bernardino León.
En ese sentido, dieron la bienvenida al diálogo facilitado por Naciones Unidas que se iniciará el 29 de septiembre y el trabajo de los países vecinos para impulsar la reconciliación.
Los ministros señalaron en el mismo texto su intención de volver a reunirse en un plazo de 60 días en Madrid, con el fin de analizar los acontecimientos.
España ya acogió una conferencia sobre Libia el pasado 17 de septiembre y hoy estuvo representada en el encuentro por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Además de importantes choques armados entre milicias rivales, Libia sufre una gran crisis política, pues dos parlamentos reivindican su legitimidad para gobernar el país.
Los países presentes en la reunión recalcaron su apoyo al Congreso salido de las elecciones del pasado 25 de junio y que mantiene su sede en Tobruk, 1.500 kilómetros al este de la capital, y que no es reconocido por la cámara saliente, asentada en Trípoli.
La declaración subraya la necesidad de formar un Gobierno que represente "a todos los libios" y anima a la comunidad internacional a apoyar a las autoridades en su búsqueda de "diálogo político, reconciliación y transición democrática".
Al mismo tiempo, los países firmantes rechazaron "cualquier interferencia exterior en Libia", después de que en las últimas semanas se registraran varios ataques aéreos sobre territorio libio.
Los bombardeos, de los que nadie se responsabilizó, han sido atribuidos por responsables estadounidenses a Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, dos países que hoy firmaron la declaración de Nueva York.
"El pueblo de Libia combatió para derribar 42 años de dictadura y nosotros continuamos apoyando su esfuerzo para transformar Libia en un Estado seguro, democrático y próspero", señalaron los firmantes.