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GINEBRA.- Los casos de ébola podrían superar los 20.000 en cuestión de cinco a seis semanas si no se refuerzan de forma inmediata las medidas para controlar la epidemia, según la opinión de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Imperial College London.
Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry son, por orden de gravedad, los países donde el virus del ébola circula de forma intensa.
De acuerdo a las proyecciones de los expertos, incluidas en un artículo que aparece este martes en el New England Journal of Medicine, casi la mitad de casos estarán en Liberia, 5.700 en Guinea y 5.000 en Sierra Leona, si la situación actual se mantiene.
La profesora de estadística epidemiológica del Imperial College London y coautora del artículo, Christl Donnelly, indicó que esas estimaciones se consiguieron a través de dos metodologías diferentes y coinciden con las que han avanzado otros organizaciones médicas.
La diferencia, sin embargo, está en que hasta hace pocas semanas se creía que los 20.000 casos se alcanzarían en cualquier caso entre febrero y marzo del próximo año y no en poco más de un mes a partir de ahora.
Los datos más recientes aportados por la OMS indican que los casos rozan los 5.800, con 2.800 fallecidos entre ellos.
Los científicos han tomado en cuenta para su proyección que hace una semana, el número de personas infectadas se había duplicado en Guinea en tan sólo 15,7 días, en 23,6 días en Liberia y en 30,2 días en Sierra Leona.
El estudio destaca que las dimensiones de desastre que ha tomado la epidemia del ébola no se deben a ningún cambio en sus características clínicas, en la gravedad de la infección o en su modo de transmisión, que son similares a los de brotes pasados.
"El periodo de incubación, la duración de la enfermedad, la tasa de mortalidad y el número de reproducción (personas infectadas por cada enfermo) están dentro de los rangos reportados en brotes anteriores", describe el artículo científico.
El carácter excepcionalmente amplio de esta epidemia se debe entonces, según han inferido los investigadores, a las características de la población infectada, a las condiciones de los sistemas de salud y a que los esfuerzos para cortar la transmisión han sido insuficientes.
El hecho de que las poblaciones de los tres países afectados estén altamente interconectadas, el amplio tráfico transfronterizo en el epicentro del brote, las conexiones viales relativamente fáciles entre los pueblos y las ciudades, así como la densidad demográfica de estas últimas, han contribuido a la rápida propagación del letal virus.
También fue un factor determinante el que los sistemas sanitarios de los tres países sean extremadamente precarios tras años de conflictos armados.
El ejemplo de que esto jugó un rol determinante es que Nigeria, con un mejor sistema de sanidad, puso rápidamente bajo control un limitado número de casos y aparentemente consiguió detener la transmisión.
Ello a pesar de que el virus se introdujo en Lagos, una ciudad de 20 millones de habitantes, y en Puerto Harcourt, otra urbe importante.
Sobre la situación en este último país y en Senegal, donde ha detectado un solo caso, el director de Estrategia de la OMS y coautor del estudio, Christopher Dye, dijo con mucha prudencia que es posible que se haya conseguido poner la situación bajo control total.
Precisó que no se reportó ningún caso adicional en ninguno de los dos países en los últimos 21 días (considerado el periodo máximo de incubación del virus), aunque insistió en que "todavía es muy pronto para estar confiados".