ANKARA.- La llegada a Turquía de refugiados kurdos de Siria ha disminuido en los últimos dos días, aunque Ankara teme que si el grupo yihadista Estado Islámico toma una importante ciudad kurda se desencadene una nueva oleada de desplazados.
Kobani, la tercera mayor ciudad kurda de Siria, situada justo ante la frontera con Turquía, está asediada por los yihadistas con artillería pesada y vehículos blindados, mientras que las milicias seculares kurdas defienden el enclave desde hace una semana con armamento ligero y granadas antitanque de época soviética.
Fuentes de las fuerzas de seguridad turcas, citadas por el diario Milliyet, indican que los refugiados podrían llegar a los 400.000 si Kobani cae en manos de los yihadistas.
Desde el viernes, al menos 130.000 personas han buscado refugio en suelo turco ante el avance de los extremistas suníes en territorio kurdo.
La localidad turca de Suruç, la primera al cruzar la frontera, ha acondicionado espacios para los refugiados en parques, campos de deporte, escuelas y mezquitas, y ha solicitado ayuda a los municipios cercanos para atender a los desplazados.
Al mismo tiempo, el Ejército turco ha aumentado su presencia en ese trecho de la frontera, desplegando tropas y blindados adicionales para estar preparados ante una posible nueva ola de refugiados, según los medios locales.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recordó ayer en su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, que Turquía acoge a 1,5 millones de sirios, frente a los 130.000 que han recibido todos los países europeos.
"Nos hemos gastado más de 3.500 millones de dólares para refugiados sirios en nuestro país, que son 1,5 millones de los 4 millones que hay en todo el mundo. Y yo les pregunto, ¿qué pasa con los países europeos ricos y poderosos?", manifestó durante su discurso en el plenario.
En la frontera entre Turquía y Siria se están produciendo también momentos de tensión por la llegada de miles de kurdos de Turquía que quieren cruzar la frontera para combatir a los yihadistas, algo que las fuerzas de seguridad están impidiendo.
La llegada de miles de refugiados está causando también problemas de abastecimiento para la población turca de los alrededores, según relató a Efe el diputado Huseyin Aygun, del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata).
"Los dueños de algunas tiendas han aumentado sus ganancias, pero no se sienten felices por ello, ya que están ganando dinero de una tragedia", explicó.