ASUNCIÓN.- Una marcha con cerca de quinientas personas recorrió hoy el centro de Asunción para denunciar los obstáculos que sufren las personas homosexuales y transexuales en Paraguay, único país en la región que no tiene una ley contra la discriminación, según los participantes.
Con grandes banderas arco iris, pancartas y una banda de percusión tocando sin parar, familias, jóvenes y activistas sembraron el centro de la capital paraguaya de color y reivindicaciones.
Bajo el lema "Las familias diversas existen", los ciudadanos asuncenos pretenden contestar a los insultos y frases discriminatorias vertidas por algunos diputados paraguayos durante un debate realizado en mayo, cuando algunos senadores de Paraguay arremetieron contra la homosexualidad tras aprobar una declaración contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.
"Cuando vemos un travesti, hombre vestido de mujer, no sabemos dónde mete ese que sabemos", dijo entonces el senador colorado Carlos Núñez Agüero, del partido del presidente paraguayo, Horacio Cartes.
Los improperios de los congresistas se produjeron mientras se discutía en ese momento en la misma ciudad de Asunción, en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), una propuesta elaborada por todos los países en contra de cualquier forma de discriminación.
"Exigimos derechos y queremos contestar por toda la ola fundamentalista que se fue generado en Paraguay tras el episodio de la OEA, donde inclusive los propios congresistas expusieron sus posicionamientos discriminatorios", dijo Maqui Pereira, de la asociación feminista Las Ramonas.
"Queremos mostrar la diversidad de familias que hay en Paraguay, no solo existe la familia nuclear que siempre nos imponen. Aquí no están solo personas homosexuales, están padres, madres, hermanos, amigos y familiares", añadió Pereira.
Carolina Robledo, portavoz de Aireana, principal grupo por los derechos de las lesbianas, declaró que "siempre tenemos que repetir lo mismo. Paraguay es el único país de la región que no cuenta con una ley contra todo tipo de discriminación. Estamos muy retrasados con respecto a nuestros vecinos".
Robledo destacó que al no contar con herramientas jurídicas, la prevención de injusticias y discriminaciones en el acceso al trabajo, a salud o a una vivienda depende de las organizaciones sociales y del activismo de la gente, y no del Estado.
"No pedimos derechos especiales, pedimos que la orientación sexual no sea un obstáculo y en este país aún lo es", manifestó.