Jejoen Bontinck, quien estuvo en Siria y luego volvió a Bélgica, en su entrada al tribunal.
ReutersBRUSELAS.- El tribunal correccional de Amberes, en Bélgica inició este lunes un proceso contra 46 sospechosos de terrorismo yihadista, pertenecientes a la organización Sharia4Belgium, y que habrían combatido en Siria e Irak.
El juicio, que comenzó con la comprobación de la identidad de los ocho únicos acusados presentes en la sala del tribunal, tiene lugar entre fuertes medidas de seguridad y se espera que en esta primera fase dure dos días, aunque podría prolongarse.
Está previsto que la parte civil se exprese el martes ante la corte y que los abogados de la defensa lo hagan el 8 de octubre.
La vocera de la Policía, Veerle De Vries, señaló que "se trata del mayor proceso por terrorismo nunca celebrado en Amberes y puede que en Bélgica", por lo que se han adoptado fuertes medidas de seguridad.
Este proceso, que coincide con la decisión del Gobierno de Bélgica de sumarse a la coalición internacional contra las operaciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, afecta a la participación de ciudadanos belgas en actividades con extremistas musulmanes en esos dos países.
Entre los enjuiciados está el líder de Sharia4Belgium, Fouad Belkacem, de 32 años, quien podría perder su nacionalidad y se arriesga a una pena de prisión de hasta 15 años, así como su acusador, Jejoen Bontinck, de 19 años, que se presentó como víctima de la organización y que es acusado de pertenencia a organización terrorista.
Bontinck, que viajó a Siria en febrero de 2013 y que afirma haberse escapado de los yihadistas meses después porque le consideraban un espía, fue encarcelado a su llegada a Bélgica procedente de Turquía, donde fue recuperado por su padre, y posteriormente fue liberado con condiciones, señala el periódico Le Soir.
Este acusado, educado en una familia católica y después convertido al Islam, es uno de los principales testigos de la Fiscalía federal.
El joven ha señalado que mientras estuvo secuestrado en Siria, compartió durante algún tiempo la célula en la que también estaban retenidos el estadounidense James Foley y el británico John Cantlie, asesinados por los yihadistas del Estado Islámico.
La organización que se creó en 2010, sin embargo, se disolvió hace dos años, pero la Justicia belga considera a sus líderes como sospechosos de haber reclutado a varias decenas de nacionales de este país para combatir en Siria.
De los 46 acusados por la Fiscalía federal belga, 16, incluido Belkacem, un conocido salafista entre la comunidad musulmana, tienen cargos por dirigir una organización terrorista.
Otros nueve habrían muerto en Siria, pero como no hay documento que lo confirme, serán juzgados en ausencia, mientras que el que hacía el número 47 murió en un accidente de tráfico antes de iniciarse el proceso.
Entre ellos figuran también otros belgas convertidos al Islam como Brian De Mulder, de 21 años y ausente del juicio, y Michaël Delefortrie, de 25, y que sí comparece ante el tribunal, y tienen que responder también ante la Justicia belga por amenazas al ministro de Defensa, Pieter De Crem, y al político de extrema derecha holandés Geert Wilders, informa Le Soir.
Los demás también serán juzgados en ausencia pues las autoridades belgas suponen que aún estarían en Siria, combatiendo con grupos yihadistas, y entre ellos estaría Hicham Bechaib, encargado de las finanzas de ese grupo terrorista.
Varios de los acusados, entre ellos Bontinck, culpan a Belkacem de haber reclutado a los jóvenes, e incluso la madre de uno de ellos apuntó que el salafista llegó a ir al hospital psiquiátrico en el que su hijo estaba internado para que se sumara a los combatientes, informa ese mismo diario.
Para la Fiscalía federal, Belkacem y Bechaib, entre otros, son responsables de haber inducido a participar en el movimiento yihadista a jóvenes de Malinas, Amberes o Vilvorde y de haberles asistido para lograrlo.