BRASILIA.- El hombre armado que había tomado hoy lunes de rehén a un empleado de un hotel de lujo de la capital brasileña, Brasilia, se entregó luego de siete horas a la policía, informaron fuentes oficiales.
Según el portavoz de la policía civil, Paulo Henrique Almeida, Jac Souza dos Santos, vinculado a un partido político conservador del estado de Tocantins, aceptó ser trasladado a una comisaría.
A su vez, el rehén -José Aílton de Souza, un mensajero del hotel- no sufrió heridas, pero fue trasladado a un hospital, ya que se encontraba en "estado de shock".
El rapto, que mantuvo en vilo la capital federal brasileña, se inició alrededor de las 09:00 hora local (misma hora en Chile), cuando el hombre -que se registró en el hotel con su nombre verdadero- tomó como rehén al empleado y lo obligó a vestir un chaleco presuntamente cargado con dinamita.
La policía no confirmó de inmediato si los explosivos utilizados eran reales y se limitó a decir que esta información depende del análisis de los expertos forenses.
Según Almeida, la lista de exigencias presentada por el secuestrador era "política": Santos demandaba entre otras cosas el fin de la reelección y la extradición del ciudadano italiano Cesare Battisti, condenado en Italia a prisión perpetua por cuatro asesinatos cometidos en la década del '70, cuando integraba la organización izquierdista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC).
El italiano niega haber practicado estos crímenes y, pese a que su extradición a Italia fue autorizada por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, en diciembre de 2010 el entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva optó por autorizar su permanencia en el país sudamericano.
En el momento del incidente había alrededor de 300 huéspedes en el hotel. Todos fueron evacuados, junto con los empleados del establecimiento, por la policía.