Julia Pierson.
ReutersWASHINGTON.- La jefa del Servicio Secreto estadounidense se responsabilizó el martes por las fallas de seguridad en la Casa Blanca, diciendo que la invasión reciente de un intruso cuchillo en mano, era "inaceptable" y que eso no volvería a ocurrir.
"Esto es inaceptable. Asumo toda la responsabilidad y eso no volverá a suceder de nuevo", declaró la directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, a legisladores ofuscados por la serie de fallas en la seguridad registradas en la mansión presidencial en Washington.
Pierson, quien asumió el máximo cargo de la agencia de élite en marzo de 2013 después de décadas como funcionaria del Servicio Secreto, dijo que ordenó una investigación sobre cómo un veterano del ejército de Estados Unidos pudo saltar una valla, correr por el césped, atravesar el ingreso de la Casa Blanca y llegar hasta el Salón ceremonial East Room, antes de ser aprehendido.
"Tengo la intención en los próximos meses de redoblar mis esfuerzos, no sólo en respuesta a este incidente, sino en general para llevar el servicio secreto a un nivel de rendimiento que haga honor a la misión vital que realizamos, las personas importantes que protegemos y al pueblo estadounidense que servimos", dijo Pierson a la Comisión de Supervisión de la Casa de Gobierno.
Al decir que el Servicio Secreto ya tuvo su "cuota de desafíos" en los últimos años, se refirió a una serie de escándalos sobre la seguridad que pusieron a ese servicio bajo la lupa general.
Omar Gonzalez, de 42 años, excombatiente en Irak y sin domicilio fijo, saltó por encima de la verja del sector norte de la residencia del presidente y su familia, y corrió hasta el edificio antes de ser detenido en posesión de una navaja de nueve centímetros.
Horas después del episodio, un vocero del servicio secreto, encargado de la seguridad del presidente, informó que el hombre había sido detenido "inmediatamente después de haber saltado" la verja de la Casa Blanca". Sin embargo, según The Washington Post, Gonzalez logró en realidad llegar hasta el East Room, sala utilizada para las recepciones, a varios metros de la valla.
El presidente y su familia acababan de dejar la Casa Blanca, y de acuerdo con el Washington Post, fue un agente que acababa de terminar su servicio, quien detuvo al intruso.
Omar González fue acusado formalmente el martes ante un gran jurado federal por invasión ilegal de un área protegida con la posesión de arma mortal, así como por porte de arma peligrosa fuera de casa, algo prohibido en Washington, y la posesión ilegal de munición. Corre el riesgo de ser condenado hasta 16 años de cárcel.
Barack Obama está "obviamente preocupado por esta situación como familiar y como padre que está criando a dos mujeres jóvenes (sus hijas) en este edificio", dijo este martes su portavoz, Josh Earnest, quien sin embargo, expresó que el presidente mantiene su confianza "absoluta" en Pierson.
De todas formas, Pierson se llevó una reprimenda del presidente del comité, Darrell Issa, quien arremetió contra el servicio secreto por su "historia de mala conducta y fracasos en la seguridad" en los últimos tiempos.
Issa consideró que "era sorprendente e inaceptable" que un intruso invadiera la Casa Blanca: "inexplicablemente, Omar González vulneró al menos 'cinco anillos' de seguridad el 19 de Setiembre", dijo el legislador tras recordar que en 2009 y 2011 otros dos intrusos lograron entrar a la sede presidencial.
El principal demócrata del comité, Elijah Cummings, expresó su indignación por esta última infracción.
"Odio siquiera imaginar lo que podría haber pasado si González hubiera llevado una pistola en vez de un cuchillo cuando irrumpió en la Casa Blanca", dijo Cummings.