GINEBRA.- El mundo está lejos de cumplir con los objetivos de preservación de la biodiversidad a los que la comunidad internacional se comprometió en 2011 y, a menos que se aceleren los programas de implementación, en 2020 habrán desaparecido muchos de los ecosistemas que se debían proteger.
Así lo demuestra el informe Perspectivas Mundiales de la Biodiversidad, que evalúa el progreso alcanzado con respecto a los objetivos del Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 de la Convención sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas.
El Plan Estratégico fue aprobado en la ciudad de Nagoya, en Japón, y establece 20 objetivos concretos conocidos como "los 20 objetivos de Aichi".
El texto demuestra claroscuros, "con mucho avanzado, pero no suficiente para lograr alcanzar los objetivos que nos propusimos", explicó Paul Leadley, coordinador del estudio.
El informe demuestra que se está en buen camino para lograr los objetivos establecidos en la de protección de áreas.
"Las áreas terrestres protegidas están creciendo paulatinamente, y la designación de áreas marinas se está acelerando", reza el informe.
Si se mantiene el ritmo, el objetivo de proteger áreas terrestres será alcanzado para 2020, mientras que para obtener el mismo éxito en las áreas marinas se requieren esfuerzos más decididos, dado que aunque se ha avanzado en áreas costeras, hay mucho camino por recorrer en alta mar.
Donde deben hacerse esfuerzos más contundentes es la pérdida de hábitats naturales, incluyendo los bosques.
"A pesar de que los niveles globales de deforestación están decayendo, éstos siguen siendo alarmantemente altos. El área total de tierra que se mantiene en condiciones naturales o seminaturales ha disminuido en las décadas recientes y seguirá decayendo a menos que cambie la tendencia", advierte el texto.
No obstante, el informe destaca el caso positivo de Brasil, donde una estricta política medioambiental ha conseguido frenar lo que parecía una tendencia imparable de deforestación de la Amazonia.
"Hoy tenemos un 70 % menos de bosques que en el 2000. Sin embargo, esta cifra es una buena noticia, porque ni los mejores augurios planteados a finales de la década de los noventa decían que estaríamos donde estamos. Las predicciones eran que se habría deforestado casi todo, el hecho de que se haya frenado es una excelente noticia", comentó Leadly.
Otros aspectos en los que se debería mejorar es en la polución medioambiental y en las presiones a los ecosistemas vulnerables -como los corales- a causa de la acción humana: contaminación, sobreexplotación, acidificación del agua, etc.
Asimismo, se ha avanzado muy poco en la protección de especies en peligro de extinción y "el riesgo medio de extinción de aves, mamíferos, anfibios y corales no muestra ningún signo de decrecer".
Similar resultado ha dado el estudio de la restauración de ecosistemas: si bien hay ejemplos concretos muy destacados, en general se ha avanzado muy poco en este objetivo.
"Basándonos en esta realidad, y si la tendencia continúa, las presiones en la biodiversidad continuarán creciendo al menos hasta 2020 y el estatus de la biodiversidad continuará declinando", afirma el texto.
Para que esto no ocurra, se debería frenan el aumento de la temperatura mundial, combatir la desertificación y la degradación de la tierra, y lograr alcanzar los 20 objetivos de Aichi.