Dilma Rousseff defenderá su opción a la reelección en un balotaje.
AFP
BRASILIA.- Un día después de su triunfo en la primera vuelta de los comicios generales brasileños, la presidenta Dilma Rousseff sostuvo que su opositor en el balotaje del 26 de octubre, Aécio Neves, representa el regreso de "fantasmas del pasado", en una alusión a los dos mandatos de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).
"Una vez más tendremos en Brasil una comparación entre dos proyectos, con prácticas en gobiernos que ya ocurrieron. No sólo compararemos propuestas, sino gobiernos muy concretos. El gobierno Cardoso, ante la crisis, quebró el país tres veces", disparó la mandataria.
Además, sostuvo que, mientras estuvo en el poder, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Cardoso y Neves practicó tasas de interés mucho más elevadas que la actual y permitió que la tasa inflacionaria superara la meta en dos ocasiones.
"Además, nunca incluyeron a los pobres en el presupuesto. Todas las políticas sociales fueron restrictivas, para pocos", enfatizó.
Rousseff, quien durante la campaña presidencial atacó duramente a la líder ambientalista Marina Silva -quien terminó tercera en las urnas de este domingo, con 22 millones de votos-, elogió a la ex candidata del Partido Socialista Brasileña (PSB), cuyo apoyo es disputado tanto por su Partido de los Trabajadores (PT) como por el PSDB de Neves.
"Recibí una llamada telefónica extremadamente gentil y civilizada de la candidata Marina. Ella me felicitó por la elección y yo le agradecí", expresó la mandataria, quien sin embargo declinó informar si el PT pedirá a Silva apoyo a su candidatura en la ronda decisiva.
"Sería temerario hablar hoy sobre cómo serán los apoyos en la segunda vuelta", dijo Rousseff, quien sin embargo se manifestó segura de que parte de los votos que recibió Silva en la primera vuelta "se repartirán entre mí y el otro candidato".