SARAJEVO.- Los candidatos apoyados por las principales formaciones nacionalistas musulmana, serbia y croata, ganaron la presidencia colegial tripartita de Bosnia, tras las elecciones generales del domingo.
Con el 90% de los votos escrutados, el candidato del partido nacionalista musulmán, Bakir Izetbegovic, fue elegido junto al líder croata, Dragan Covic, apoyado por los nacionalistas del HDZ BIH, según los resultados parciales.
Entre los serbios, aunque el resultado sigue estando muy reñido, el puesto será para un nacionalista, bien Mladen Ivanic, candidato de una coalición liderada por los nacionalistas del SDS, bien la candidata del partido en el poder (SNSD), Zeljka Cvijanovic.
Cerca de 3,3 millones de electores fueron convocados a votar, para un mandato de cuatro años, por los tres miembros de la presidencia colegiada de Bosnia.
También renovarán el Parlamento central del país, cuyas tres principales comunidades se enfrentaron en un sangriento conflicto que dejó unos 100.000 muertos entre 1992 y 1995.
Los ciudadanos también votaron para elegir las asambleas de las dos entidades territoriales que integran Bosnia desde el fin de la guerra -la República Serbia (RS, serbia) y la Federación Croato-Musulmana-, mientras que los habitantes de la RS también designaron a su propio presidente.
Los resultados definitivos de estos comicios se anunciarán en los próximos 10 días. Pero en la RS, el presidente saliente, Milorad Dodik, que defiende la secesión de su entidad de Bosnia y busca un segundo mandato, encabeza las votaciones con 11.000 votos de ventaja sobre el candidato de la oposición, con el 85% de los votos escrutados.
El analista político Enver Kazaz considera que la elección de los nacionalistas refleja la desilusión del pueblo bosnio y no ayudarán a solucionar los problemas internos.
La abstención del 46% también muestra el cansancio de gran parte de la población respecto a lo que consideran como una clase política corrupta e incompetente.
El desempleo alcanza el 44% y, el pasado mes de febrero, se produjeron protestas masivas contra el Gobierno por su incapacidad para atajar la corrupción y llevar a cabo las reformas necesarias para que Bosnia entre en la Unión Europea (UE).
"Debido a la ausencia de un candidato competente y de una oferta política seria, los ciudadanos votaron por una especie de regreso a los noventa", aseguró Kazaz.
Estos "nacionalistas, estos falsos moderados, no harán la guerra, pero no dudaran en enfrascarse en disputas políticas", que dañaran las perspectivas del país, añadió.
La Unión Europea declaró, antes de las elecciones, que los bosnios debían presionar a sus representantes para que promuevan "una reconciliación necesaria", "atajen la diferencia respecto a las demás regiones y garanticen progresos hacia la UE".
"Nadie puede celebrar nada en este país. Los que se llevaron el mayor número de votos serán puestos a prueba", declaraba el periódico Dnevni Avaz basado en Sarajevo.
"Si estos partidos no entienden la seriedad de la situación y el mensaje envíado por la población en las protestas de febrero, lo que vendrá después será mucho más violento", añadía.