Jorge ''El Solitario'' falleció en 2012.
EFEQUITO.- Jorge "El Solitario", una tortuga gigante fallecida en 2012 y que fue la última de su especie, tendrá su altar en las islas Galápagos, donde vivió casi un siglo y se constituyó en un icono de la conservación de ese paradisíaco archipiélago ecuatoriano, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Ese es el criterio de Arturo Izurieta, director del Parque Nacional Galápagos (PNG), quien también confía en que la ciencia pueda darle a Jorge una posibilidad para revertir la extinción de su especie: la chelonoidis abingdoni, que habitó en la isla Pinta.
Lo primero es preparar el lugar donde el cuerpo de Jorge "El solitario" se exhibirá en la sede del PNG, ubicado en Puerto Ayora, en la Isla Santa Cruz, donde el quelonio vivió en cautiverio tras ser rescatado hace cuarenta años de Pinta como único sobreviviente de su familia.
El cuerpo embalsamado de Jorge va a ir donde "siempre se pensó que debía ser su morada", aunque la adecuación para que se conserve por mucho tiempo "va a tomar su tiempo", comentó Izuerieta.
El PNG dispone un proyecto de construcción de la morada, cuyos planos y diseño se han modificado "con las especificaciones técnicas que hemos obtenidos del Museo Americano de Historia Natural", donde Jorge fue embalsamado.
Al momento, dijo el director, se realiza "la readecuación de la casona de tortugas, que es uno de los cinco segmentos de visita" del circuito bautizado como "Fausto Llerena", el nombre del guardaparque más antiguo del PNG y que cuidó al 'Solitario Jorge' por casi cuatro décadas".
Lo que se busca con las adecuaciones es alcanzar "las más altas condiciones" para que el cuerpo de "El Solitario" permanezca incólume por "muchísimo tiempo en el futuro".
Paralelamente a la adecuación de la morada de Jorge, el PNG, una entidad adscrita al Ministerio de Ambiente de Ecuador, continúa con estudios que permitan recuperar la especie chelonoidis abingdoni.
Esas investigaciones arrancaron en 2007 y desde entonces se han tomado muestras de tejidos de 1.726 tortugas que habitan en la Isla Isabela, la más grande del archipiélago, específicamente del volcán Wolf que se levanta en el norte de esa formación.
"Se tomaron muestras de sangre para realizar estudios que nos permitan ver cuál es la proximidad de ese material" con las características genéticas de Jorge, explicó Izurieta, tras destacar que algunos resultados de esa investigaciones son "interesantes".
Se identificaron algunas "tortugas híbridas" que compartían características genéticas de quelonios oriundos de las islas Floreana y de Pinta.
Esto porque, al parecer, piratas y bucaneros de épocas pasadas utilizaban este punto de Isabela para almacenar tortugas gigantes de otras islas, con el fin de mantener una fuente de abastecimiento alimentario para sus viajes.