MOSCÚ.- El viceprimer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), Andrei Purguin, declaró que cerca de 4.000 personas, en su inmensa mayoría civiles, han muerto en las regiones orientales de Ucrania desde el estallido del conflicto armado.
"Tenemos ya cerca de 4.000 muertos. Tres cuartas partes son civiles", dijo Purguin a la agencia rusa Interfax.
El dirigente separatista prorruso, que no aludió a las bajas entre los efectivos de las fuerzas armadas ucranianas, denunció que las tropas del Gobierno de Kiev continúan atacando con cohetes y artillería pesada la ciudad de Donetsk, la principal plaza fuerte de los secesionistas, y otros núcleos urbanos.
"Es la razón por la que en estos ataques mueren principalmente civiles", explicó.
Purguin subrayó que en caso de que exista voluntad política por ambas partes "en dos o tres días" se podrían trazar las líneas de separación de fuerzas, lo que permitiría alejar el armamento pesado y eliminar los lugares en disputa que no permiten poner fin a las acciones militares.
La separación de fuerzas y la creación de una zona libre de armamento pesado son dos de los puntos de los acuerdos alcanzados el 19 de septiembre pasado en Minsk.
El viceprimer ministro prorruso destacó que las elecciones legislativas y del jefe de la RPD que se celebrarán el próximo domingo ayudarán a disminuir la tensión en la zona del conflicto, ya que -subrayó- su celebración forma parte de los acuerdos de Minsk.
Rusia ya declaró que reconocerá las elecciones de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk como una manifestación de la voluntad popular.
Purguin manifestó que la RPD está dispuesta a negociar con las autoridades de Kiev todo tipo de asuntos a excepción de la unión política.
"Nuestra postura no ha cambiado. Como antes, nos vemos como un estado independiente, pero ello no excluye la posibilidad de diálogo sobre los más diversos temas, incluidos los económicos, con los vecinos ucranianos", dijo.