UAGADUGU- El presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, anunció este viernes que abandona el poder, tras 27 años, a raíz de una protesta popular sin precedentes.
"Con el fin de preservar los logros democráticos y la paz social en nuestro país (...) declaro que dejo el poder para permitir una transición que traiga elecciones libres y transparentes en un plazo máximo de 90 días", reza un comunicado del presidente que leyó una periodista en una televisión local.
Decenas de miles de manifestantes volvieron a salir a las calles este viernes en Uagadugú, un día después de que el ejército tomara el poder en Burkina Faso, al cabo de una jornada de violencia desatada por el intento del presidente Compaoré de perpetuarse en el poder.
Reunidos en la plaza de la Nación, delante del estado mayor de las Fuerzas Armadas, gritaban, entre otras cosas, "¡Lárgate, Blaise!" y pedían que asumiera el poder Kwame Lugué, ex jefe del Estado Mayor y ministro de Defensa destituido en 2004, quien goza de una gran simpatía entre los manifestantes.
La oposición había llamado este viernes al pueblo "a mantener la presión ocupando el espacio público", según uno de sus responsables, Zephirin Diabré.
"A partir de hoy, Blaise Compaoré ya no está en el poder", dijo sobre las 12:30 GMT el coronel Bureima Farta, subido a los hombros de varios militares, en la plaza de la Nación, provocando los aplausos de los miles de manifestantes presentes.
El país vivió ayer un día de caos, con el incendio del parlamento y el asalto a la televisión pública, que provocó la intervención de los militares, y del propio Compaoré durante la noche.
El balance de los disturbios sigue siendo incierto. Según la oposición, los enfrentamientos dejaron unos treinta muertos y más de cien heridos, aunque no precisó si el balance se refiere a la capital, Uagadugú, o a todo el país.