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Perfil: José Abarca, el poderoso alcalde detenido por la desaparición de 43 mexicanos

Comenzó vendiendo oro y se transformó en el amo y señor de la ciudad de Iguala, donde tenía vínculos con el narcotráfico. Aquí, su historia.

04 de Noviembre de 2014 | 15:16 | DPA
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La ''pareja imperial'' de Iguala.

AFP

CIUDAD DE MÉXICO.- Antes de ser alcalde y socio de las mafias criminales del sur de México José Luis Abarca era vendedor de oro. Su familia vendía sombreros y ropa. Y él se dedicó al comercio también, hasta que en 2012 ganó las elecciones municipales en Iguala.


Este hombre menudo, de 53 años, detenido hoy como autor intelectual de un ataque contra estudiantes que dejó seis muertos y 43 desaparecidos, formaba con su esposa María de los Ángeles Pineda Villa -también detenida- lo que en México ha sido bautizado como "la pareja imperial" de Iguala.


Eran los amos y señores de la ciudad de 140.000 habitantes, ubicada 200 kilómetros al sur de Ciudad de México. Se trata de la tercera urbe más importante del estado de Guerrero, después del célebre Acapulco y de la capital estatal Chilpancingo.


Pero además de ser "soberanos", eran socios y operadores del grupo criminal Guerreros Unidos, una organización desprendida del cártel de los Beltrán Leyva, dedicada al tráfico de amapola, la materia prima para la fabricación de la heroína.


Según la fiscalía, la policía municipal estaba bajo las órdenes de los Guerreros Unidos y Abarca entregaba de manera habitual de dos a tres millones de pesos (154.000 a 230.000 dólares) al cártel para mantenerla bajo control.


Abarca llegó a la alcaldía en septiembre de 2012 de la mano del Partido de la Revolución Democrática (PRD, de izquierda), apoyado por Lázaro Mazón, que fue secretario de Salud de Guerrero.


El escándalo colocó en situación incómoda a varios políticos: Mazón, un personaje cercano a líder centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador, tuvo que renunciar. También el gobernador Ángel Aguirre, que llegó al poder como candidato del PRD.


Desde antes de asumir ya había rumores de que Abarca tenía vínculos con el crimen organizado. Fue investigado al menos en 2010, 2011 y 2012 y se cerraron los expedientes por falta de pruebas.


Un mes antes de la desaparición de los estudiantes se había iniciado otra investigación en su contra, por enriquecimiento ilícito, de acuerdo con el ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio Chong.


Abarca hizo una fortuna en Iguala, con propiedades como las Galerías Tamarindo, un complejo con locales comerciales y salas de cine.


Y aunque hoy está señalado como el ideólogo en el ataque contra los estudiantes de la Escuela Normal Rural "Raúl Isidro Burgos", quedan aún cabos sueltos. No está claro qué papel exactamente tuvo en la desaparición de los jóvenes, que fueron entregados por los policías a sicarios, y -sobre todo- si podría dar pistas sobre su paradero.


Varios detenidos han declarado que "la orden de enfrentar a las personas les llega por radio desde la central y se les dice que viene de parte del A-5, clave que se usaba para identificar al alcalde de Iguala", de acuerdo con la procuraduría general.


Pineda Villa, su esposa, es acusada, a su vez, de ser una de las principales operadoras de Guerreros Unidos. Al menos tres de sus hermanos tienen también pedigrí en el mundo criminal. Dos pertenecían al cártel de los Beltrán Leyva y fueron asesinados en 2009. Otro está detenido por el caso de los estudiantes.


Además de este historial, desde 2013 había acusaciones contra el alcalde de haber matado personalmente al líder de la organización social Unidad Popular de Guerrero Arturo Hernández Cardona, en un hecho en el que fueron asesinadas también otros dos miembros de la agrupación. Ahora, enfrenta cargos también por este caso.

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