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BRASILIA.- La reelecta presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo el jueves que reducirá el gasto público y tendrá a la inflación bajo control, aunque un reciente incremento en los combustibles podría presionar los precios al alza.
La disciplina fiscal y el control de la inflación son medidas ampliamente reclamadas por el mercado y esperadas en el segundo gobierno de Rousseff, cuando el país se apresta a cerrar su cuarto año de débil crecimiento económico, situación por la que la mandataria ha sido ampliamente criticada.
"Vamos a hacer la tarea, vamos a apretar el control de la inflación y tendremos límites fiscales", dijo Rousseff en una entrevista que concedió la tarde del jueves a los principales diarios del país y que el periódico O Globo publicó en su sitio de internet.
"Vamos a revisar todas las cuentas con lupa y ver lo que puede ser reducido y lo que puede cortarse. Tenemos que hacer un ajuste en varias cosas, varias cuentas pueden ser reducidas", agregó Rousseff.
La gobernante del Partido de los Trabajadores (PT), que asumirá su segundo mandato el 1 de enero de 2015, venció en un ajustado balotaje al socialdemócrata Aecio Neves, quien prometía dar un giro liberal a las políticas económicas y reactivar el crecimiento.
En el plano de la disciplina fiscal, organismos multilaterales observan con atención el superávit fiscal primario, que es el ahorro del gobierno para el pago de la deuda pública, y cuyo cumplimiento es una señal de confianza en la economía del país.
Medido en 12 meses, este alcanzó el 0,61% del PIB en septiembre, cuando la meta para el final del año es 1,9%.
