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Nueva polémica en Holanda por legalización del cultivo de marihuana

La ley sobre drogas es tolerante con venta de cannabis en "coffeeshops" y posesión en pequeñas cantidades, pero penaliza el cultivo que no esté destinado a uso científico o médico.

09 de Noviembre de 2014 | 09:25 | EFE
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El Mercurio

RÓTERDAM.- La luz verde que el Ayuntamiento de Ámsterdam ha dado para experimentar con la regulación del cultivo de marihuana en la ciudad ha producido una nueva polémica, ya que esa decisión choca con las políticas más restrictivas del Gobierno holandés.

Sin embargo no son únicamente las autoridades locales de la capital las que han desafiado las políticas en esa materia del Gobierno, pues son 55 los ayuntamientos holandeses que se han sumado ya al llamado manifiesto por la regulación del cannabis.

El alcalde de Heerlen, Paul Depla, señaló a Efe durante una entrevista que hay "un total de 55 Ayuntamientos holandeses" que han apoyado ese manifiesto, al tiempo que calificó de "fallida" la política de drogas del Gobierno central.

Depla defendió la regulación del cultivo porque cree que así "conseguiremos solucionar los problemas que existen con la puerta trasera de los "coffeeshops".


Para la líder del VVD en Amsterdam, Marja Ruigrok señaló que en la capital hay un vacío legal entre la licencia de venta de los "coffeeshops" y la ilegalización del cultivo de marihuana, según indicó a la cadena de noticias NRC.


La coalición que gobierna el Ayuntamiento de Ámsterdam, Demócratas (D66), Socialistas (SP) y Liberales (VVD), aprobaron esta semana esa regulación, con el apoyo del Partido del Trabajo (PDA) y de Izquierda Verde (GL), que contradice la política nacional sobre drogas del gobierno.


La ley holandesa sobre drogas, conocida como la Ley del Opio (Opiumwet en holandés) es tolerante con la venta de drogas blandas en los "coffeeshops" y la posesión de productos de cannabis en pequeñas cantidades, no superiores a cinco gramos por persona, pero penaliza el cultivo que no esté destinado a uso científico o médico.


En Holanda, además, hay una ley que desde 2013 limita el acceso a esos establecimientos a los residentes en los municipios, una media tomada que busca luchar contra el llamado "turismo de la droga".


Además, la ley ha obligado a los "coffeeshops" a convertirse en clubes privados con un máximo de 2.000 socios, que deberán demostrar que son residentes legales en Holanda.


Según datos del Gobierno, el 80 % del cannabis que se produce en Holanda se exporta.


"Cuando se regula la producción de cannabis, se puede crear un sistema cerrado. Un sistema desde la producción hacia la venta y finalmente, de compra de cannabis. Ya no necesitas de un mercado ilegal", dijo el alcalde Depla a Efe.


En su opinión los establecimientos de venta de cannabis o "coffeeshops" deberían "comprar el cannabis a compañías que tengan licencia legal para producir. Y a estas compañías solo se les permitiría vender a "coffeeshops".


En una línea similar, el tribunal de Groningen emitió en octubre una sentencia favorable sobre el cultivo de marihuana y dos cultivadores de la región, no recibieron sanción por el cultivo de esta sustancia.


"El que se tolere la venta de droga blanda en los "coffeeshops" implica que éstos necesitan ser suministrados y que se practique el cultivo, siempre y cuando se haga en favor de ese suministro. La política no aclara cómo debe ser ese suministro", según el veredicto del juez de ese tribunal local.


"Se trata de un asunto muy complejo de analizar porque no solo la legislación determina el consumo en un país", dijo a Efe Marije Wouters, investigadora del Instituto Bonger de criminología de la Universidad de Ámsterdam y coautora del estudio "Control del Cannabis: consecuencias para el consumo y cultivo".


La experta señaló que "la historia, la cultura, la economía y también las leyes, son aspectos determinantes. Según nuestros estudios la relación entre una política pública de drogas y el uso en un país no están relacionados de manera directa".


"Los resultados que hemos obtenido indican que el descenso del consumo del cannabis es algo generalizado desde mediados de los 90 y ocurre en otros países también, así que la relación directa con normas más estrictas no es la única razón por las que el consumo ha disminuido en Holanda", añadió.


Wouters explicó a Efe que "desde 2002 con la intensificación de medidas estrictas en relación a la política del cultivo, también han aumentado las organizaciones criminales".


La experta, no obstante, indicó que no está "a favor de la sentencia de Groningen" y explicó que ella apuesta por "una regulación del cultivo más que por la legalización".


"Creo que es más interesante regular el cultivo para obtener un producto de mayor calidad y evitar el crimen organizado. O por ejemplo que los "coffeeshops" no solo vendan, también informen sobre el uso y consumo de drogas", opinó.


Algunos de esos establecimientos en Amsterdam ya informan al consumidor a ese respecto y realizan análisis de laboratorio al producto para que "la persona que quiera consumir lo haga de manera inteligente", dijo a Efe un trabajador de uno de esos "coffeeshops".

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