MOSCÚ.- Los separatistas prorrusos pidieron este lunes un nuevo mecanismo de control de los acuerdos de paz de Minsk, ya que aducen que la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) no puede supervisar su cumplimiento.
"Lo malo no son los acuerdos de Minsk. Lo malo es la ausencia de un mecanismo de control sobre su cumplimiento", afirmó Andrei Purguin, viceprimer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Los separatistas consideran que esa es una condición indispensable para que el proceso negociador con Kiev retome el cauce político.
Purguin subrayó que la OSCE no dispone de facultades para ejercer "funciones de control" en la línea de separación entre las fuerzas gubernamentales y las milicias prorrusas, ya que "sólo tiene mandato de observación".
"Necesitamos una fuerza que pueda garantizar el cumplimiento de los acuerdos de paz alcanzados durante las reuniones del Grupo de Contacto en Minsk", dijo.
El dirigente separatista aludió indirectamente a las fuerzas de pacificación rusas, que realizan labores de intermediación desde hace 20 años entre Moldavia y la república separatista de Transnistria.
Por su parte, el presidente del Soviet Supremo (Legislativo) de la autoproclamada República Popular de Lugansk, Alexéi Kariakin, subrayó que los separatistas no rechazan los acuerdos de Minsk, pero exigen una revisión.
"Nosotros no renunciamos a los acuerdos de Minsk. Los respetamos, aunque nos acusen de lo contrario", dijo.
Los separatistas propondrán una revisión de dichos acuerdos, que contemplan un alto al fuego y la creación de una zona de seguridad entre ambos bandos, en las próximas consultas a celebrar en la capital bielorrusa.
"Ninguna negociación directa es posible, sólo con intermediarios. Somos bandos combatientes y no podemos entablar un diálogo directo", advirtió Purguin.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, advirtió que los acuerdos de Minsk están amenazados después de que las fuerzas leales a Kiev y los milicianos separatistas reanudaran los combates pese al alto el fuego que rige en el este de Ucrania desde el pasado 5 de septiembre.